Pino abajo
Caleruega, el pueblito de Burgos donde estamos, es la
cuna de nuestro Padre Santo Domingo (fundador de la Orden de Predicadores).
Aquí todo habla de los comienzos de nuestra historia. Parece increíble cómo de
un pueblo tan recóndito de Castilla ha podido salir una obra tan grande.
Aquí cada rincón te habla de Domingo: que si cuentan
que a esta fuente salía a merendar con su madre y hermanos; que si aquello era
su casa... y aún nos quedan muchos rincones por conocer de este lugar.
Ayer, mientras estábamos en clase, se me iban los ojos
hacia la ventana, porque también tiene unas vistas preciosas, con los campos
verdes y unos enormes pinos frente a la ventana.
De pronto, en una de esas miradas hacia el horizonte
vi cómo una enorme rama de pino caía desde bastante altura. Mi alarma despertó
la curiosidad de todas, pues durante la clase habíamos oído, como de fondo, una
motosierra, pero no nos imaginábamos lo que estaban haciendo.
Una de las que está en el curso es de esta Comunidad,
y nos explicó que les habían pedido talar un poco los pinos para que se pudiera
ver más el monasterio desde fuera.
Aquello me hizo gracia, porque realmente es un lugar
muy bonito, y, visto lo visto, todos lo quieren disfrutar.
Cada persona tenemos un precioso mundo interior:
vivencias que nos han marcado, experiencias que nos han hecho crecer en el
amor. Pero es cierto que lo que más nos cuesta es compartirlo, ponerle
palabras.
Cristo viene a podar tus miedos, lo que te cuesta,
esos árboles que plantamos con apariencia de rigidez o seriedad. Sólo Él, con
su delicadez y Amor, puede regalarnos abrirnos, ser uno mismo, vivir relajado,
sin miedo a mostrarnos tal y como somos. Sólo sentirnos amados por Él nos hace
libres.
Hoy el reto del Amor es no tener miedo a mostrarte tal
y como eres. Hoy no tengas miedo a expresarte con tu forma de ser. No tengas
miedo a equivocarte, pues Él no te dejará caído, sino que va a ir construyendo
este edificio contigo, dándole vida, como hizo con nuestro Padre Santo Domingo.
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma