El papa Juan Pablo II solicitó que liberaran a los monjes, que finalmente fueron asesinados el 21 de mayo. El 30 de mayo fueron encontradas sus cabezas, cerca de Medea
El arzobispo argelino Paul Desfarges, en una
entrevista con el programa árabe de la CNN anunció que el monasterio de
Tibhirine, donde fueron asesinados en 1996 siete monjes trapenses, será abierto
ese mes de abril.
Argelia, que recibió el cristianismo en los primeros
siglos de la era cristiana debido a diversos hechos históricos, hoy tiene una
población mayoritariamente musulmana.
El monasterio de Tibhirine, conocido como Notre
Dame l’Atlas, fue fundado en 1938 y se convirtió en abadía en 1947. Los
grupos islamistas exigieron en diciembre de 1993 que los extranjeros
abandonaran el país, pero los monjes decidieron quedarse, incluso después de
haber sido amenazados directamente por un grupo islamista.
En la noche del 26 al 27 de marzo de 1996 un
comando armado formado por una veintena de hombres irrumpió en el monasterio.
Siete de ellos fueron secuestrados y asesinados, dos se salvaron porque
no fueron encontrados.
En abril de 1996 el jefe del Grupo Islámicos
Armados (GIA), Djamel Zitouni, reivindicaba en un comunicado el acto criminal.
Al mes siguiente un segundo comunicado de los GIA anunciaba sus muertes: «Les
hemos cortado las gargantas a los monjes». Ocurrió el 21 de mayo de 1996. Nueve
días después fueron hallados sus cuerpos. Se cree que fue el Grupo
Islámico Armado quien realizó el secuestro, y que posteriormente decapitó
a los monjes, pero no se sabe con seguridad y se barajan también otras hipótesis.
Los agresores pidieron entonces a París la liberación
de varios terroristas a cambio de la libertad de los monjes, sin obtener
un acuerdo. El papa Juan Pablo II solicitó que liberaran a los monjes, que
finalmente fueron asesinados el 21 de mayo. El 30 de mayo fueron
encontradas sus cabezas, cerca de Medea.
El hermano Jean Pierre Schumacher fue uno de los dos
monjes que se salvó de la muerte en la masacre y desde entonces se sabe que no
ha dejado de orar también por la conversión de los musulmanes extremistas. El drama
vivido por los monjes trapenses llegó a las pantallas de la mano del realizar
Xavier Beauvois, a través de la película “De hombres y dioses”.
En 1998, dos años después del asesinato, cuatro monjes
trapenses se propusieron para volver y abrir el monasterio, situado unos cien
kilómetros de Argel, pero el ministro argelino de Interior los
desestimó por razones de seguridad.
Los monjes franceses asesinados eran Christian,
Célestin, Bruno, Christophe, Paul, Luc y Michel. Todos ellos daban testimonio
de su fe en Cristo y demostraban que era posible una convivencia entre
cristianos y musulmanes, y personas de diversas razas.
Fuente: Zenit