Operación nocturna
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Todas las monjas se habían ido ya a dormir. Nosotras fuimos a dar gracias
en el Oratorio. Y, al acabar...
-¡BZZZZZZZZ...!
El enorme timbre del Noviciado se había quedado pillado. En mi celda (que
está justo al lado) no había quien durmiera. Pero, si lo hacíamos sonar,
mataríamos de infarto a las de Comu...
-¡Provoquemos un apagón! -susurraron Lety e Israel, especialistas en
electricidad.
Oscuridad total en el Novi y...
-¡BZZZZZZZZ...!
Casi nos asfixiamos intentando ahogar la risa.
El monasterio al completo se quedó sin luz. Cuando volvieron a conectar,
además del timbre, la radio se puso a rezar el rosario a volumen discoteca...
Resueltos los imprevistos, Celia apostó por el método contundente:
encaramada a una silla, armada con una escoba, empezó a atizar al dichoso
timbre (suavemente, para no hacer ruido...).
-¡BZZZZZZZ...! ¡Zas! ¡Bzzzzzz...! ¡Zas! ¡bzzzzz...! ¡Zas! ...
¡Funcionó!
Recordando nuestra aventura, no dejo de dar gracias al Señor. Fue
impresionante ver cómo todas se lanzaron a ayudarme, cada una con sus dones,
buscando soluciones, alternativas... ¡realmente increíble!
De pronto, he descubierto qué es lo que más feliz puede hacerle al Señor,
¡Él mismo nos lo dijo!: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado». Ese
fue su testamento, su último deseo. Murió por amor, ¡y el amor ha sido más
fuerte que la muerte!
¡¡Cristo ha resucitado!! El mandamiento se ha convertido en gracia. ¡Él
está vivo! Hoy puedes amar, porque Cristo te ama a ti, porque Él desea amar en
ti. Hoy, con tus dones y habilidades, ¡Cristo quiere hacer de ti instrumento
del amor más grande!
Hoy el reto del amor es ayudar a una persona. Para ello, para un momento
con el Señor. "Nadie da lo que no tiene", así que... ¡llénate de su
amor! Pídele a Cristo unos ojos nuevos para poder ver a esa persona que te
necesita. Haz vida el sueño de Jesucristo: «Amaos». ¡Con su Amor, este reto es
posible! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma