El
objetivo es claro: limitar al máximo los residuos. En el menú productos locales
de agricultura "respetuosa". Café, cacao y té de comercio justo
Aleteia ha podido obtener en primicia un documento de la Conferencia de
los Obispos de Francia sobre una nueva forma de organizar la JMJ de Cracovia.
El objetivo: estar en consonancia con la encíclica del papa Francisco Laudato
Si’.
“¿Cómo reducir el impacto que nuestras
reuniones tienen sobre el medio ambiente, al mismo tiempo que fomentamos la
fraternidad?“. Esta es la pregunta que se plantea en un
documento de la Conferencia de Obispos de Francia, con vistas a la Jornada
Mundial de la Juventud en Cracovia.
En un evento que reunirá a
decenas de miles de personas, el desafío ecológico es alto. Por tanto, según la
comisión pedagógica de la Conferencia de los Obispos de Francia (CEF), la
cuestión es lograr ser coherentes con la encíclica del papa Francisco Laudato
Si’.
Un cambio radical de la Iglesia en sus prácticas medioambientales
Para elaborar este documento,
la CEF se ha inspirado
en las buenas prácticas ya existentes de otros movimientos de la Iglesia,
como el diaconado o el movimiento conjunto de scouts y muchachas guías de Francia,
SGdF.
“La mayoría de las veces por
falta de tiempo, de conocimiento, de voluntad clara o, simplemente, por la gran
fuerza de la costumbre, en estos encuentros se producen, a todos los niveles,
múltiples e inesperados despilfarros”,
lamentan los obispos.
Para la CEF, la organizadora
para Francia de la JMJ y la editora de su sitio en internet, la cuestión ahora
es cuidar el impacto de todas las acciones sobre el medio ambiente: tanto los
transportes de la dirección como los detalles de la restauración, el
alojamiento, la gestión de los residuos y la comunicación.
Por último, de acuerdo con
los consejos del papa Francisco, la oración no debe quedar tampoco descuidada.
Debe consistir sobre todo en una “acción de gracias” por la
belleza de la Creación.
Dirección ‘desde la nube’, ecología y transporte sostenible
Ante la llegada de la JMJ,
desde las parroquias se fomentan las inscripciones on line. Nada de bolsas ni
regalos ni folletos ni carpetas. La JMJ de Cracovia será muy sobrio en el gasto
de papel.
En cuanto a las fundas de las
tarjetas de acreditación, serán recogidas después de su uso para que no se
pierda ninguna.
Otro problema importante es
el transporte. La
Conferencia de los Obispos de Francia aconseja tomar el tren siempre que sea posible.
Además, el documento afirma incluso que los horarios de los encuentros se
organizarán según las llegadas de los trenes a las estaciones.
Por otro lado, también se
fomentará el uso compartido de los automóviles a través del establecimiento de
una central de vehículos compartidos (carpooling) con destino a la
JMJ y tarifas preferenciales de aparcamiento para los que compartan coche.
Una gestión moderada de la restauración
Otros aspectos a tener
en cuenta, no menos importantes, son los relacionados con la comida.
Las botellas de plástico esparcidas por el suelo ya no formarán
parte del paisaje. El agua
estará en jarras o en fuentes. ¿Más ideas? Pedirán a todos los
participantes que lleven su propia cantimplora
individual.
Tampoco se usarán vasos ni platos desechables. El objetivo es claro:
minimizar el desperdicio cuanto sea posible.
En cuanto a la comida, los
platos en la mesa será un acercamiento a la gastronomía
polaca. Los
productos serán de origen local o regional, de una agricultura “respetuosa con
la Creación”, dice el informe. Ni siquiera el café, el cacao y el té escaparán
a estas estrictas medidas. Serán productos de “comercio justo”.
Por último, para la gestión de los residuos, la CEF ha
elaborado un listado de prácticas aconsejables al respecto.
Así, este año la organización
de la JMJ tendrá un énfasis especial, respetuoso con la encíclica Laudato Si del papa
Francisco y la Conferencia sobre Cambio Climático de París, la COP21.
Esperemos que la organización
de un evento de este tipo, inmenso, permita la posibilidad de aplicar todas las
medidas decididas de antemano.
Fuente: Aleteia