No olviden que la herencia más grande que ustedes les pueden dar a sus hijos es la fe
El Papa Francisco celebró en la mañana de ayer en la Capilla Sixtina de los Museos
Vaticanos la celebración del Bautismo del Señor con una Misa en la que impartió el
Sacramento del Bautismo a 26 niños: 13 niños y 13 niñas.
Como es tradición, los bautizados son hijos de empleados del Vaticano. En
una brevísima homilía, Francisco recordó la importancia de la fe y pidió a los
padres que hagan lo posible porque sus hijos no la pierdan.
“Cuarenta días después de su nacimiento, Jesús fue llevado al templo. María
y José lo llevaron para presentarlo a Dios. Hoy, fiesta del Bautismo del Señor,
ustedes padres llevan a sus hijos a recibir el Bautismo. A recibir lo
que ustedes han pedido al inicio, cuando yo les he hecho la primera pregunta: la
fe. ‘Yo quiero para mi hijo la fe’. Y así la fe viene transmitida de una
generación a otra, como una cadena”, dijo el Santo Padre.
El Papa recordó tanto a los padres como a los padrinos que “estos niños,
estas niñas, pasados los años, ocuparán vuestro lugar con otro hijo y
pedirán la fe, la fe que nos da el Bautismo, la fe que nos lleva el Espíritu
Santo al corazón, al alma en la vida
de estos hijos vuestros. Ustedes han pedido la fe”.
“La Iglesia,
cuando les entregue la vela encendida, les dirá de custodiar la fe de estos
niños. Y al final, no olviden que la herencia más grande que ustedes
les pueden dar a sus hijos es la fe”.
“Busquen que no la pierdan. Háganla crecer y déjenla como
herencia. Les deseo esto hoy, que es un día alegre para ustedes. Les deseo que
sean capaces de hacer crecer a estos niños en la fe, y que la más grande verdad
que ellos reciban de ustedes sea la fe. Es solamente un aviso: cuando un niño
llora porque tiene hambre, a la madre le digo: ‘si su niño tiene hambre, dele
de comer aquí, con toda libertad”, concluyó para dar inicio al rito bautismal.
Fuente: Aciprensa