
Sin
embargo, la triste realidad es que no pocas veces, somos tan necios que
seguimos “cantos de sirena”, nos dejamos acariciar el oído por falacias en
forma de slogans o mantras publicitarios, en lugar de acercar nuestra “antena”
a la verdadera “emisora” que nos anuncia la Vida, la Esperanza, la Libertad, el
Amor.
Esta emisora no se agota y no defrauda: es la misma Palabra de Dios. Acabamos
de estrenar con júbilo este regalo
de Dios a todos los hombres de buena voluntad, por medio de la Iglesia, por la
persona del Papa Francisco: el Año de la
Misericordia, un tiempo extraordinario de Gracia.
El
cristiano, a diferencia del pensamiento oriental, tan de moda para muchos, vive
el tiempo como algo abierto y lineal, no un círculo cerrado, en el que todo se
repite cíclicamente y queda atrapado sin esperanza. Nuestro tiempo tiene un
principio y un fin. Es creación de Dios y en él se despliega su plan de
salvación para el hombre, para todo hombre, para cada uno de nosotros, en quien
Dios ha pensado desde toda la eternidad.
Por eso, podemos afirmar que siempre
hay una esperanza para el hombre, para este mundo, para cada uno, por muy
perdido que parezca o lo esté realmente. Dios se ha hecho uno de nosotros y con
nosotros. Y se ha empeñado en nosotros. Por eso, también podemos afirmar que
esta Navidad puede ser única y distinta a todas las demás. Será la Navidad de
la Misericordia.
Navidad es nacimiento.
Navidad, tiempo de amar.
Navidad,
Dios-con-nosotros.
Y para ti… ¿qué será?
Es
el estribillo de uno de los dos preciosos villancicos preparados y ofrecidos
por nuestro coro parroquial de San Cristóbal ayer, sábado 19 en Hontanares de
Eresma. Por cierto, un coro el de San Cristóbal, que este año, por primera vez,
llenaba el presbiterio de niños, lanzando un guiño de ilusión y esperanza a
todos los presentes. Pues bien, un año más, y ¡ya va una década!, nos hemos
reunido de las numerosas y diversas parroquias que componen nuestro
Arciprestrazgo La Granja-San Medel, para saludarnos y alegrarnos con este
motivo: EL SEÑOR ESTÁ CERCA. Como Isabel al recibir la visita y saludo de
María, como Juan en el seno de su madre, Isabel, saltó de alegría al presentir
la cercanía del Mesías. Por eso, este año es aún más especial que los
anteriores.
Bajo una sencilla pancarta con el título “Discípulos de Jesús y Apóstoles de la misericordia” tuvo lugar en
el templo parroquial, que se quedó pequeño para la numerosa afluencia de coros
y acompañantes. Coros de la Higuera, Hontoria, Valseca, Bernuy, San Cristóbal,
San Ildefonso, Tabanera, Zamarramala y Hontanares. En un ambiente de
familiaridad y alegría, fueron desfilando y ofreciendo dos villancicos cada uno
y recibiendo la cálida acogida y ovación al terminar.
D.
Isidro, párroco anfitrión y antiguo párroco nuestro, dio la bienvenida a todos
y presentó el acto. Seguidamente, fue conducido por D. Pablo Montalvo,
Arcipreste y párroco de Palazuelos. Nuestro párroco, D.Isaac, sin ocultar su
satisfacción por la magnífica actuación y presencia de la parroquia, se encargó
del reportaje fotográfico Como viene siendo habitual en estos encuentros,
terminamos cantando todos juntos el popular “Ay del Chiquirritín”.
Unas amables palabras de agradecimiento por parte de D. Pablo y D. Isidro
concluyeron el acto y dieron paso al chocolate que compartimos todos en el
Centro Cultural Municipal, próximo al templo.
Ojalá
que este “aperitivo” nos haya abierto a todos el deseo sincero de entrar en las
próximas fiestas con los ojos y el corazón dispuestos a acoger a su verdadero
Protagonista, el Niño Jesús, el Niño Dios.
Antonio-María
Sanz de Frutos.