El Pontífice lanza un duro alegato desde un barrio napolitano vinculado a
la Camorra. Pide a sus jóvenes que elijan el camino del bien y de la justicia
El Papa Francisco
pronunció hoy uno de sus discursos más duros al afirmar que «la
corrupción es sucia», que «una sociedad corrupta apesta», y que aquél que
permite la corrupción no es cristiano, sino que también apesta. «Cuánta
corrupción hay en el mundo.
La corrupción es sucia y la sociedad corrupta
apesta. Un ciudadano que deja que le invada la corrupción no es cristiano,
¡apesta!», afirmó Jorge Bergoglio.
«Espero que tengan el coraje de ir hacia delante con alegría, de
portar hacia delante la esperanza, de ir por el camino del bien y no por la del
mal. (...) De ir hacia delante limpiando la propia alma, el alma de la ciudad y
de la sociedad para que no exista ese olor putrefacto que tiene la corrupción»,
subrayó con firmeza. Rodeado de decenas de niños que coreaban su nombre y que
interrumpieron en alguna ocasión su discurso, Bergoglio describió Nápoles como
una ciudad en la que «se ha intentado crear una 'tierra de nadie', un territorio
en manos de la llamada microviolencia».
Además, destacó de la ciudad sureña su «larga historia, atravesada
por desafíos complejos y dramáticos» y reconoció que el día a día está lleno de
dificultades y de «duras pruebas». Unas complicaciones que, sin embargo, pueden
contribuir a crear «una cultura de vida que ayuda a levantarse después de cada
caída, que ayuda a lograr de alguna manera que el mal no tenga la última
palabra».
Por ello, el máximo representante de la Iglesia Católica insistió en la importancia de que estos
fieles mantengan la esperanza para no permitir que «quien voluntariamente» tome
«el camino del mal robe un pedazo de esperanza a sí mismo y a los demás». El
papa Francisco también se refirió a la problemática del desempleo juvenil
precisamente en un barrio como Scampía en el que existe una tasa de paro del 57
%.
«La falta de empleo para los jóvenes es una señal de que existe un
fallo grave en el sistema. Que haya un 40 % de jóvenes menores de 25 años que no
tengan trabajo es grave», comentó. Y prosiguió: «Cuando no se gana para poder
llevar el pan a casa, se pierde la dignidad. La falta de empleo roba la
dignidad. En estos casos, la persona corre el riesgo de ceder a la esclavitud, a
la explotación. Esto no es humano, no es cristiano».
Llamamiento a los gobiernos
Por ello, el Papa hizo un llamamiento a los gobiernos para que asuman
su responsabilidad y contribuyan a cambiar el sistema para crear empleo.
Paralelamente, insistió en la importancia de impartir una buena educación para
formar, así, a jóvenes y enseñarles a que sigan el camino del bien y se alejen
de las prácticas delictivas.
«La educación es el camino justo porque previene y ayuda a ir hacia
adelante», señaló. El barrio de Scampía ha sido la segunda parada del viaje que
ha emprendido el papa Francisco hoy a la región sureña de Campania. El inicio de
su visita ha tenido lugar en el Santuario de Pompeya, donde ha llegado
aproximadamente hacia las 08,00 horas locales (07,00 GMT) y donde ha permanecido
unos 35 minutos, orando a la Virgen María y en compañía de miles de fieles que
se acercaron para verle y recibir su bendición.
Fuente: ABC