En la fecha de santa Inés el Papa
bendijo a dos corderos con cuya lana se confeccionarán los palios para los
nuevos arzobispos metropolitanos
En el monasterio de Santa Cecilia, situado en el barrio romano de Trastevere,
las religiosas benedictinas hilan con lana la tela que sirve para confeccionar
el palio que el Santo Padre dará a los nuevos arzobispos metropolitanos.
Este miércoles, día de Santa Inés, (Sant'Agnese) los corderos que fueron
criados en en monasterio de las Tres Fontanas, han sido bendecidos en la iglesia
de 'Sant'Agnese' y presentados al Papa, como indica la tradición.
Las benedictinas de Santa Cecilia tejen y confeccionan los palios desde hace
siglos, con los telares que ellas tienen. “Hoy se teje con algunos telares
modernos, pero el más antiguo es del 1600” le indicó a ZENIT la abadesa de la
comunidad.
Estas benedictinas que con la liturgia de las horas dan el ritmo a su
jornada, fieles al 'ora et labora' de San Bernardo, rezan y
trabajan. Ellas diariamente rezan también la lectio Divina, y la comparten con
quienes deseen participar, todos los miércoles por la tarde.
Por lo que se refiere al trabajo de las monjas, la antigua farmacia que
conserva recetas con hierbas y derivados fue trasladada al Vaticano por Pio XI,
aunque hoy se cultivan diversas plantas en el jardín, como lavanda para la
producción de aceite, confecciones perfumadas y jabones.
Entre las actividades está la de hilar, “y en nuestros telares se teje a
mano” precisó la abadesa. Ellas también se encargan de criar a los corderos
hasta la pascua y de confeccionar imágenes sacras con cera perfumada.
El palio que el Papa entrega a los arzobispos metropolitanos el 29 de junio,
en la fiesta de san Pedro y san Pablo, indican la comunión pastoral del los
obispos con el sucesor de Pedro. “Estas estolas de tela de lana blanca --explicó
la abadesa-- simbolizan también a la oveja perdida, buscada y salvada por el
Buen Pastor, junto al Cordero crucificado por la salvación de la humanidad”. Y
precisó que “enviamos los palios al Vaticano cada año, el 24 de junio, el día de
la solemnidad de san Juan Bautista, porque fue quien indicó a Cristo como el
Cordero de Dios”.
Las religiosas benedictinas --indica la web del monasterio-- están allí desde
el 1527, donde originariamente se encontraba la antigua casa romana de santa
Cecilia. Este lugar después de su martirio en el siglo III, se volvió lugar de
culto. Durante su vida Cecilia la había transformado en un lugar de acogida para
necesitados, volviéndola un testimonio de la vida evangélica. De hecho, en la
cripta de la iglesia construida en el siglo IX se encuentra el cuerpo de esta
santa Romana.
Fuente: Zenit