MONSEÑOR PIERO PIOPPO TIENE YA SOBRE SU MESA LA PREPARACIÓN DEL VIAJE DEL PAPA LEÓN XIV A ESPAÑA

Algunos de los desafíos del nuevo nuncio, que llega hoy a España, son el Valle de los Caídos, las relaciones con el Gobierno y el nombramiento de obispos

Monseñor Piero Pioppo, Nuncio Apostólico en España.

Al fin, gracias a Dios, el italiano monseñor Piero Pioppo, nuncio de Su Santidad León XIV en España, dormirá esta noche en la que previsiblemente será durante bastantes años su casa, la sede de la legación diplomática en la madrileña calle Pío XII.  Y lo hará después de un discreto almuerzo de recepción y de bienvenida.

Desde el pasado marzo, fecha en la que se hiciera público el destino de su predecesor, la nunciatura ha estado funcionando gracias al trabajo dirigido por el polaco monseñor Roman Walczak a la espera de la llegada del nuevo nuncio.

Cambios en el trabajo de la nunciatura apostólica

En este tiempo ya se han percibido algunos cambios significativos en el trabajo de la nunciatura apostólica y que han sido comentados en la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española.

Uno de ellos relevante es que el procedimiento de nombramientos de obispos ha vuelto a su cauce ordinario según lo que prescribe el Derecho Canónico. Por lo tanto, ha decaído por sí misma, mejor dicho, por efecto de la forma de trabajar del papa León, que se atiene al procedimiento normativo, la famosa Comisión de ayuda al nuncio en el nombramiento de los obispos.

Audiencia particular con León XIV

Antes de aterrizar, de forma más discreta que los que le precedieron, también para los medios de comunicación, monseñor Pioppo mantuvo una audiencia particular con el Papa León el pasado 24 de noviembre.

En ese encuentro el Papa le habría ofrecido las oportunas indicaciones para su misión. Una audiencia dentro del conjunto de visitas a los diferentes despachos de la Secretaría de Estado al inicio de una misión en un país del que se puede decir que cuenta ya con la predilección del Papa. 

Llega monseñor Piero Pioppo, un fino diplomático de la escuela clásica, a una Iglesia, la de España, que le va a recibir con los brazos abiertos, con una agenda no fácil ni precisamente vacía sobre todo en la compleja relación con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Viaje a España del Papa

Monseñor Piero Pioppo tiene ya sobre su mesa la preparación del viaje del Papa León XIV a España. En el reciente viaje del pontífice a Turquía y el Líbano, cuando le preguntaron a León XIV si tenía previsto visitar España, contestó: “Podéis tener más que esperanza”.

Este miércoles, el arzobispo de Toledo, monseñor Francisco Cerro Chaves, señaló a los medios que “yo me imagino que vendrá a España, en torno a junio o julio, visitará la Sagrada Familia en Barcelona y hará escala en algunos sitios. En un viaje de esa proporción me imagino que mirará cuáles serán los lugares, y yo por supuesto le brindaría venir a Toledo y a Castilla-La Mancha”.

El viaje del Papa a España, una asignatura pendiente del pasado pontificado, ha sido un empeño personal de la magia de relaciones públicas del cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, que quiere coronar su pontificado barcelonés con una visita del Papa al templo de Gaudí con motivo de la efeméride del siervo de Dios arquitecto.   

Sucesión de Omella

Como derivada de la visita del papa León se produciría más que probablemente el retraso de la aceptación de la renuncia al cardenal Juan José Omella, que el próximo 21 de abril de 2026 cumplirá 80 años, fecha límite habitual para la permanencia como titular en su sede.

Una aceptación que se aplazaría al otoño de 2026 con lo que el nuncio tendría más tiempo para gestionar la sucesión de Omella, aunque haya fuentes que afirmen que ya está completamente cocida, siguiendo las prácticas de anteriores tiempos. 

La visita del Papa León a España, según ha podido saber Religión Confidencial, está pendiente de configurarse. No es menor la cuestión de a qué sitios deberá ir el Papa. Además de Barcelona está, lógicamente, Madrid. Pero no sólo serían las grandes capitales. Los obispos españoles quieren que el papa visite otras realidades de lo que ha sido y es España, por ejemplo, las que representan lugares emblemáticos de la historia de la santidad, de la misión ad gentes, de la evangelización de América, y que se encuentran en la denominada España vaciada.

Interlocutor: Luis Argüello

Para este proceso el nuevo nuncio en España tendrá un interlocutor natural, que además está reforzado por un liderazgo indiscutible, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Argüello, que de una forma discreta y calma, navega por las aguas que no pocos le están queriendo revolver, como se ha demostrado en la intrahistoria de la última Asamblea Plenaria. Por cierto con movimientos que en terminología militar se denominan de falsa bandera.  

En el momento en el que al cardenal Omella se le acepte la renuncia, en España sólo quedará un cardenal en activo, el de Madrid, monseñor José Cobo Cano. Esta situación representará una anomalía en el seno de la Conferencia Episcopal dado que no podrá haber Consejo de Cardenales, un organismo estatutario, que por la propia naturaleza de la figura canónica del Consejo tiene que haber al menos dos cardenales en activo, y menores de ochenta años, en la Conferencia Episcopal Española.

Comunidad Benedictina del Valle de los Caídos

Un asunto nada fácil con el que se encontrará monseñor Pioppo encima de la mesa es la situación de la Comunidad Benedictina del Valle de los Caídos en el contexto del proceso de resignificación que el Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto en marcha y que en este momento, como adelantó Religión Confidencial, se encuentra paralizado a la espera de los recursos de la Comunidad Benedictina contra la actuación gubernamental.

Recursos que han dejado en evidencia no pocas actuaciones eclesiales sobre este caso y que afecta, en el orden de la jurisdicción eclesial, al arzobispo de Madrid que, según algunas fuentes, parezca un personaje en busca de autor. 

Sedes vacantes

Si hacemos un somero repaso de los trabajos que tiene sobre la mesa monseñor Pioppo, además de la provisión de las sedes vacantes, Astorga, Teruel-Albarracín, Osma-Soria y Cádiz-Ceuta, y del cambio de los obispos que han cumplido la edad, Barcelona, Mallorca, Cuenca, Cartagena, Tarrasa, Segorbe-Castellón, más algún auxiliar pedido, una cuestión no menor es la situación del obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Ángel Javier Pérez Pueyo, que ha hecho que el Caso Torreciudad haya dejado de serlo para convertirse en el caso del obispo de Barbastro-Monzón, Pérez Pueyo.

Han pasado ya unos cuantos meses desde que Pérez Pueyo recibiera la conclusión del informe del Comisario Plenipotenciario, monseñor Alejandro Arellano, flamante miembro desde hace semanas del Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén en su Lugartenencia de España Occidental, que el Papa Francisco nombró para resolver el litigio que el obispo había creado en torno al mundialmente famoso Santuario mariano. La negativa del prelado aragonés a aceptar lo determinado y las sucesivas salidas de tono, utilizando incluso conversaciones privadas que había tenido con el Papa Francisco, han hecho que esta situación se enquiste. 

Relaciones con el Gobierno

Otro capítulo de trabajos de monseñor Pioppo es el de las relaciones con el Gobierno, complicadas también no sólo por la idiosincrasia laicista y agresiva con la antropología cristiana de este Gobierno -inoperante por la carencia de apoyos parlamentarios y por la parálisis de los casos de corrupción que atenazan al presidente del Gobierno-, sino por las estrategias deslegitimadoras de la Iglesia activadas por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que no parece perdonar el gol por la escuadra que se metió con las inmatriculaciones.

Por ejemplo ahora está utilizando a determinadas asociaciones de víctimas de la pederastia eclesial contra la Conferencia Episcopal además de no desaprovechar la oportunidad para ir a Roma, amparado por la fiel embajadora de Sánchez ante la Santa Sede, la exministra de Educación Isabel Celaá, para sembrar malas hierbas contra la Conferencia Episcopal, que no contra determinados eclesiásticos españoles.  

Monseñor Piero Pioppo tendrá todo el calor de la oración del pueblo de Dios y la ayuda en esta preciosa misión que le ha encomendado el Papa León XIV en su servicio a la Iglesia en España y en la defensa de sus derechos y de su libertad.

Fuente: ReligiónenLibertad