Luz cálida
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| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Al bajar de un
armario una caja con focos que utilizo para el Belén, se me cayó el mando que
los controla, saliéndose las piezas y las pilas por todas partes.
Son focos que
ofrecen muchas posibilidades: luz verde, roja, amarilla; cambiar de color,
parpadear o quedarse fijos.
Pero lo que
necesitaba era simplemente luz cálida, que no variase.
Los enchufé y
parecía que las figuras se habían alborotado. Rojo, verde, azul, amarillo…
¡cambiaba sin parar!
Tuve que
reconstruirlo, uniendo con celo sus piezas y conexiones, hasta que por fin
funcionó y pudo cumplir su misión. Cada vez que se enciende el Belén es
necesario dar la orden desde el mando; de lo contrario, todo vuelve a salirse
de control.
“Este año voy a
vivir la Navidad”, nos decimos. Pero se acerca el día y todo se pone de todos
los colores menos del que necesitamos para creer que podremos vivir lo que
desea nuestro corazón. Colores de enfermedades, cambios de planes,
desencuentros… hacen que estos días se nos caiga el mando y que las piezas se
salgan de su lugar.
¿Dónde está la
luz cálida y estable que necesitamos?
Depender solo
de las circunstancias nos hace perder el control. Lo de fuera puede no
funcionar, pero coger el mando cambia todo. Reconstruirlo supone ponerle pilas,
dejar que Cristo nos haga funcionar por dentro. Entonces podemos presionar los
botones de la gratitud, de la oración, del sentido… porque cuando sabes que Él
tiene el control, solo queda confiar.
Y confiando, en
lugar de sobrevivir, se vive.
Aunque fuera
todo parpadee y cambie de color, en ti Cristo permanece fijo. Él hace de tu
corazón un lugar cálido y habitable. El Belén deja de ser luces desordenadas
para convertirse en lugar de encuentro con la Vida, con Dios hecho Niño que
viene a transformarlo todo.
Hoy, el reto
del amor es que busques un Niño Jesús para ponerlo en el centro de la mesa el
día de Navidad. Deja que Él sea el centro al que vayan las miradas; y seáis los
que seáis, estéis como estéis, que Él sea Luz para ti.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
23 diciembre
2025
Fuente: Dominicas de Lerma
