El Papa León expresa su cercanía espiritual. Y, con renovada esperanza, pide que quienes se sientan tentados por la violencia se conviertan y busquen el camino de la paz y la solidaridad

Velas en recuerdo de las víctimas del atentado de Sidney
En un telegrama
firmado por el cardenal Parolin y dirigido al arzobispo Fisher, expresa su
cercanía espiritual a los afectados por la tragedia y pide a quienes se dejen
tentar por la violencia que se conviertan y busquen el camino de la paz y la
solidaridad. El Pontífice ofrece sus oraciones “por la sanación” de los
heridos.
Un "acto
de violencia sin sentido". Así condenó el Papa León XIV el "horrendo
atentado" ocurrido ayer en Sídney, que causó la muerte de miembros de la
comunidad judía reunidos para la celebración de Janucá en Bondi Beach. Tras la
denuncia de esta mañana durante la audiencia con los donantes del árbol de
Navidad y el belén en la Plaza de San Pedro, con un llamamiento a detener toda
forma de "violencia antisemita", el Papa envió un telegrama de
condolencias firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, al
arzobispo Anthony Fisher de Sídney, expresando su "profunda tristeza"
por esta masacre ocurrida durante la festividad judía de Janucá.
El asalto fue
perpetrado por dos atacantes —un padre y su hijo—, uno de los cuales fue
heroicamente detenido por un civil musulmán, dueño de una frutería en el
suburbio de Sutherland, quien lo desarmó con sus propias manos. Uno de los
atacantes fue abatido por la policía, que llegó rápidamente a la playa. Hasta
el momento, quince personas han muerto y una treintena han resultado heridas.
Oraciones
por los heridos
A quienes han
sido afectados por este acto de violencia sin sentido, el Papa León expresa su
cercanía espiritual. Y, con renovada esperanza, pide que quienes se sientan
tentados por la violencia se conviertan y busquen el camino de la paz y la
solidaridad. En el telegrama, el Pontífice asegura sus oraciones por la
curación de quienes aún están convalecientes y por el consuelo de quienes
lloran la pérdida de un ser querido. Finalmente, envía bendiciones divinas de
paz y fortaleza a todos los australianos.
Mensaje del
Arzobispo Fisher
Tras el
tiroteo, el propio Arzobispo Fisher emitió un comunicado condenando este ataque
como un "desprecio descarado e insensible por la vida humana",
calificando el odio de algunas personas hacia todos los judíos como un
"mal indescriptible que debe ser repudiado por todos los
australianos". Es "una afrenta a nuestra forma de vida como
australianos" y "debe ser condenado inequívocamente", afirma el
prelado, exigiendo justicia rápida para las víctimas. Este ataque, enfatiza
Fisher, "debe conducir al cambio", ya que en los últimos dos años se
ha extendido un clima de antisemitismo público, que ha provocado intimidación,
división, manifestaciones y "la normalización del lenguaje
incendiario". Estas acciones han "calentado el ambiente y quizás contribuido
a la radicalización". Todo esto, para el Arzobispo de Sídney, "debe
terminar".
Un desafío
para los católicos
En medio de la
tragedia, el arzobispo, sin embargo, observa "muestras de bondad" en
la "extraordinaria valentía de la policía, los trabajadores de ambulancias
y los socorristas, así como de los transeúntes; y en la generosidad de quienes
ofrecieron asistencia a los afectados". Por lo tanto, expresa sus más
sinceras condolencias a toda la comunidad judía y les asegura sus oraciones.
"Amamos a nuestros vecinos y amigos judíos y debemos hacer todo lo posible
para protegerlos", concluye el arzobispo de Sídney. Aseguró: "La
comunidad católica redoblará sus esfuerzos para combatir el antisemitismo
mediante la educación y la predicación". Mientras tanto, la comunidad
católica de Sídney ofrece servicios educativos y de asesoramiento a sus vecinos
judíos, y continúa celebrando servicios religiosos por los fallecidos, los
heridos y las personas traumatizadas por esta tragedia.
Fuente: Vatican
News