El Papa Francisco explicó una vez lo que es tener una amistad en el cielo: “Es simplemente hablar con un hermano, una hermana que está delante de Dios”
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| NatRomero | Shutterstock | 
Con un amigo,
lo habitual es que haya algún tipo de comunicación. Aun estando lejos, un
detalle en algún aniversario o un mensaje cuando pasa algo importante ayuda a
mantener viva la relación. Pero, ¿es posible mantener una amistad con alguien
fallecido?
“Todos
necesitamos amigos; todos necesitamos relaciones significativas que nos ayuden
a afrontar la vida”, constataba el Papa Francisco el 2 de febrero de 2022.
“También Jesús
tenía a sus amigos, y a ellos se dirigió en los momentos más decisivos de su
experiencia humana”, destacó. “A un amigo podemos dirigirnos siempre, sobre
todo cuando estamos en dificultad y necesitamos ayuda”.
“Y -añadió-
nosotros tenemos amigos en el cielo”.
Simplemente
hablar con él
¿Pero cómo
mantener una relación con alguien a quien no podemos ver, tocar, oír,…?
“No es algo
mágico, no es una superstición”, respondió Francisco. “Es simplemente hablar
con un hermano, una hermana que está delante de Dios, que ha recorrido una vida
justa, una vida santa, una vida ejemplar, y ahora está delante de Dios”.
“Y yo hablo con
este hermano, con esta hermana y pido su intercesión por mis necesidades”,
añadió.
Más que de
comunicación, se trata de comunión. En la Iglesia, Cuerpo de Cristo, “estamos
unidos recíprocamente y de forma profunda”, afirmó Francisco, “y esta unión es
tan fuerte que no puede romperse ni siquiera por la muerte”.
La comunión
de los santos
El Papa
argentino, fallecido el 21 de abril de 2025, habló de esto en una catequesis
sobre san José y la comunión de los santos.
En referencia a
la devoción a los santos, recordó que “en la historia de la Iglesia hay
constantes que acompañan a la comunidad creyente”.
“Ante todo el
gran afecto y el vínculo fortísimo que la Iglesia siempre ha sentido en
relación con María, Madre de Dios y Madre nuestra -explicaba-. Pero también el
especial honor y afecto que ha rendido a san José”.
Muchos
católicos mantienen una relación de amistad con algún santo al que les une
algún vínculo especial.
“Es siempre
gracias a la comunión de los santos que sentimos cerca de nosotros a los santos
y a las santas que son nuestros patronos, por el nombre que tenemos, por
ejemplo, por la Iglesia a la que pertenecemos, por el lugar donde vivimos,
etc., también por una devoción personal”, dijo Francisco.
“La comunión
de los santos mantiene unida la comunidad de los creyentes en la tierra y en el
Cielo”
Una unión
existencial
En este
sentido, el Papa subrayó que “la comunión de los santos no concierne solo a los
hermanos y las hermanas que están junto a mí en este momento histórico”.
“Concierne
también a los que han concluido su peregrinación terrena y han cruzado el
umbral de la muerte -aseguró-. También ellos están en comunión con nosotros”.
“En Cristo
nadie puede nunca separarnos verdaderamente de aquellos que amamos porque la
unión es una unión existencial”, prosiguió.
“Cambia solo la
forma de estar junto a cada uno de ellos, pero nada ni nadie puede romper esta
unión”, dijo.
Todos
“Padre,
pensemos en aquellos que han renegado de la fe, que son apóstatas, que son los
perseguidores de la Iglesia, que han renegado su bautismo: ¿también estos están
en casa?”, planteó.
“Sí, también
estos, también los blasfemos, todos. Somos hermanos: esta es la comunión de los
santos”, respondió.
Y concluyó: “La
comunión de los santos mantiene unida la comunidad de los creyentes en la
tierra y en el Cielo”.
Patricia Navas
Fuente: Aleteia
