Entre risas, fotos simpáticas, relatos de vida y regalos, León XIV se reunió con muchos peregrinos en la mañana del 3 de septiembre, en la plaza de la Basílica de San Pedro
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El Papa se reúne con los«Jesus bikers» @Vatican Media |
«Si pudiera hablar con Salvo, le recomendaría de todo
corazón que intercediera ante Dios para que terminen todas las guerras y
triunfe la paz. Luego lo abrazaría con fuerza». Alessandro D'Acquisto, de 88 años,
hermano del subbrigadier de los carabineros que durante la Segunda Guerra
Mundial sacrificó su vida para salvar a 22 civiles de la furia nazi, avanza
lentamente por la plaza de la basílica vaticana apoyándose en su bastón. Cuenta
que ha llegado temprano a la audiencia general del miércoles para encontrarse
con León XIV en un momento que le ha emocionado profundamente: «Junto con el
capellán militar don Vincenzo Venuti y el general de los Carabineros Massimo
Mennitti, hemos llevado al Pontífice, para que la bendijera, la primera piedra
del nuevo campanario que se levantará junto a la iglesia «Virgo Fidelis»,
situada cerca del cuartel romano dedicado» al siervo de Dios, a quien el Papa
Francisco declaró venerable el pasado 25 de febrero mientras estaba ingresado
en el Policlínico Gemelli.
El 23 de septiembre se celebrará una misa en la
iglesia, dies natalis del joven suboficial napolitano fusilado en Palidoro, en
la costa norte de Roma, cuando solo tenía 23 años. Pero hay más: el edificio de
culto también acogerá una campana recientemente fundida en la Pontificia
Fundición Marinelli de Agnone y dedicada al joven carabinero, que también es
medalla de oro al valor militar. «Saber que el sonido de esa campana llevará a
los fieles que acuden a misa el mensaje de paz y amor al prójimo que encarnó mi
hermano me llena de alegría y de una gran esperanza: que la reconciliación
definitiva entre los hombres esté cada vez más cerca», confiesa el anciano.
Una motocicleta para el Papa
Ayer por la mañana llegaron a San Pedro en pequeños
grupos montados en sus motocicletas Harley-Davidson. Barbas y cabellos
larguísimos, chamarras de cuero negro con tachuelas, a pesar del calor aún
veraniego, pañuelos al cuello, jeans desgastados. Sin embargo, con detalles
significativos que los diferencian de los motociclistas «normales»: en su
«vestimenta» aparecen cristogramas, crucifijos, imágenes sagradas, algunas
tatuadas artísticamente en brazos y hombros. Los «Jesus bikers», un movimiento
motociclista nacido en la ciudad alemana de Schaafheim hace once años, recorren
kilómetros para recaudar fondos en favor de las personas desfavorecidas. Y es
en ellos en quienes han pensado una vez más al llevar a León XIV una
motocicleta, bendecida y autografiada por el Papa Prevost. Porque, según
explica el fundador del grupo, Thomas Draxler, será donada a las Obras
Misionales Pontificias (Missio) en Austria para luego ser subastada: los
ingresos de la venta se destinarán a financiar la construcción de una escuela
en un pueblo de la diócesis de Ihosy, en Madagascar. «La bendición del Santo
Padre ha sido para nosotros un gran regalo —explica el cisterciense Karl
Wallner, director nacional de Missio Austria —, porque nos da aún más fuerza
para devolver la dignidad a esos niños que, en la isla africana, en lugar de
aprender a leer y escribir, son explotados para trabajar en las minas de mica
—un mineral utilizado en cosmética y en la industria de las pinturas— o en los
talleres, arriesgando sus vidas por el contacto continuo con sustancias
tóxicas».
El retrato de Juan Pablo I
En el aniversario del inicio del pontificado de Juan
Pablo I y en vísperas del tercer aniversario de su beatificación (4 de
septiembre de 2022), Stefania Falasca, vicepresidenta de la Fundación Vaticana
que lleva su nombre y postuladora de la causa de canonización, y Lina Petri,
nieta de Albino Luciani, quisieron saludar a León XIV recordando al pontífice
veneciano. Junto a ellas, algunos benefactores y don Martino Mastrovito,
párroco de Regina Mundi en Martina Franca, quien obsequió al Papa Prevost un
retrato de su predecesor realizado por el pintor albanés Igli Arapi. En la
parroquia de Apulia, del 26 de enero al 2 de febrero pasados, se expuso una
reliquia del beato: un escrito autógrafo sobre la fe, la esperanza y la
caridad.
Rosario Capomasi
Ciudad del Vaticano
Fuente: Vatican News