"Les invito a cultivar una teología basada en el encuentro personal y transformador con Cristo y encarnada en los acontecimientos concretos de la humanidad actual"
El Pontífice recibió en audiencia a los aproximadamente 130 participantes en el seminario sobre «Creación, naturaleza, medio ambiente para un mundo de paz», organizado por la Pontificia Academia de Teología, y les exhorta a continuar el camino de pensamiento trazado por san Agustín, santo Tomás y el beato Rosmini, y a cultivar una «teología encarnada», cercana a los «dolores y alegrías» del hombre.
"Les
invito a cultivar una teología basada en el encuentro personal y transformador
con Cristo y encarnada en los acontecimientos concretos de la humanidad
actual". Es una «teología sapiencial», capaz de dar respuestas sabias
también a los retos digitales, la que el papa León XIV pidió cultivar a los
cerca de 130 participantes en el Seminario internacional, promovido por la
Pontificia Academia de Teología, titulado «Creación, naturaleza, medio ambiente
para un mundo de paz», recibidos esta mañana, 13 de septiembre, en la Sala
Clementina del Palacio Apostólico Vaticano.
Una reflexión
más allá de cualquier barrera
En su discurso,
el Pontífice resumió brevemente los objetivos del simposio, celebrado el jueves
11 y el viernes 12 en la Casina Pio IV, en los Jardines Vaticanos, y se centró
en temas queridos «también por sus predecesores, San Juan Pablo II, Benedicto XVI
y Francisco», como la «sostenibilidad medioambiental» y la «custodia de la
creación». A continuación, subrayó que «el esfuerzo por mejorar las condiciones
ambientales y sociales de nuestro mundo» requiere «el compromiso de todos». Una
necesidad que, según el Papa, el seminario ha tenido en cuenta, proponiendo un
enfoque «intercultural e interreligioso» adecuado, «una actitud de solidaridad
y colaboración que supere las barreras y los límites regionales, nacionales,
culturales e incluso religiosos». Un enfoque que, prosiguió León XIV, «es
auspicioso para intercambios adicionales y cada vez más intensos, para
iniciativas incisivas y fructíferas».
Teología «en
salida»
El Papa asigna
a la teología, que es «una dimensión constitutiva de la acción misionera y
evangelizadora de la Iglesia», la tarea de llevar adelante esta reflexión.
Precisamente porque «dirigida a todos los hombres de todos los tiempos», la
teología necesaria para cumplir esta misión debe ser, con una expresión acuñada
por el Papa Francisco, «en salida», es decir, capaz de unir «el rigor
científico con la pasión por la historia; una teología encarnada, impregnada de
los dolores, las alegrías, las expectativas y las esperanzas de la humanidad».
Los modelos
Agustín, Tomás y Rosmini
El Papa León
señaló los modelos históricos para una «teología sapiencial» capaz de
sintetizar «estos diferentes aspectos»: los «grandes Padres y Maestros de la
Antigüedad», que «supieron conjugar fe y razón, reflexión, oración y praxis».
Entre todos ellos, san Agustín, «ejemplo siempre actual», explicó el Pontífice,
que cultivó una teología entendida no como «búsqueda abstracta», sino como
«fruto de la experiencia de Dios y de la relación vital con él». El obispo de
Hipona, especialmente con sus Confesiones, propuso precisamente una «reflexión
teológica encarnada y capaz de responder a las exigencias espirituales,
doctrinales, pastorales y sociales de su tiempo». Santo Tomás sistematizó luego
el camino «existencial y afectivo» agustiniano «con los instrumentos de la
razón aristotélica», entendiendo la teología como «sapida scientia», es decir,
como «sabiduría». Esta elaboración intelectual fue completada posteriormente
por el beato Antonio Rosmini, quien, según señaló León XIV, «consideraba la
teología una expresión sublime de la caridad intelectual».
Teología e
inteligencia artificial
El Papa señaló
luego los «desafíos digitales» como la próxima frontera de aplicación del
trabajo teológico.
Un testimonio
significativo del conocimiento de la fe al servicio del hombre, en todas sus
dimensiones —personales, sociales y políticas— es la doctrina social de la
Iglesia, llamada hoy a dar respuestas sabias también a los retos digitales.
En esta
búsqueda de respuestas, la teología está «directamente interpelada», «porque no
basta un enfoque exclusivamente ético del complejo mundo de la inteligencia
artificial». La disciplina «sabia» tiene la tarea de proporcionar una «visión
antropológica que fundamente la acción ética», es necesario, argumentó el Papa,
«volver a la pregunta de siempre: ¿quién es el hombre, cuál es su dignidad
infinita, irreducible a cualquier androide digital?».
Diálogo con
todas las disciplinas
Al final de su
discurso, León XIV animó a los teólogos a dialogar «no solo con la filosofía,
sino también con la física, la biología, las ciencias económicas, las ciencias
jurídicas, la literatura y la música, para llevar la buena levadura del
Evangelio a las diferentes culturas» y a «desarrollar y encarnar esta teología
sapiencial, al servicio de la Iglesia y del mundo».
Daniele
Piccini
Ciudad del
Vaticano
Fuente: Vatican News