Experimentar el amor
 |
| Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día
vino una amiga que acaba de dar a luz a su tercer hijo. Me llamó para ver si
podíamos quedar, ya que quería que conociera a su hijo.
Me encantó
verlo, me impresionó verla venir a comulgar con el pequeño en brazos. Eran la
madre y el hijo, uno solo.
El pequeño Juan
solo tiene tres semanas, no abría casi ni los ojos, se dejaba hacer, y después
lo ponían en el carrito y a dormir. Me llamó mucho la atención la dependencia
total que tenía de su madre.
Mientras miraba
al pequeño, le daba gracias al Señor por el misterio de la vida, por cómo el
Señor pone en nuestras manos verdaderos milagros para que los cuidemos.
Porque la vida solo podemos verla como un don que el Señor nos regala.
Le pedía al
Señor que me regalase esa experiencia de Su amor como experimenta un bebé de su
madre.
Porque si tenemos esta experiencia en nuestra vida, nuestra fe cobra vida.
Cuando, por
alguna persona, nos sentimos amados, respetados, acogidos, todo es muy
distinto.
Pues esa experiencia es la que necesitamos en nuestra vida de fe y es la que el
Señor nos quiere regalar.
Porque nuestro
Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos.
Porque Él está vivo y vive con nosotros.
Necesitamos
verle en nuestro día a día, descubrirle, ver cómo nos cuida, nos alimenta, nos
protege.
Que no sea una teoría que nos han contado, sino una vivencia que mueve nuestra
vida.
Y así como Juan
estaba feliz en los brazos de su madre, nosotros estaremos felices en los
brazos del Señor, porque sabemos que Él está.
Hoy el reto del
amor es pedirle al Señor reconocerle en algún momento del día.
Cuando te pase, mira al Cielo y dale gracias. La casualidad no existe.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
17 septiembre
2025
Fuente: Dominicas de Lerma
