EL VATICANO ELABORA UN LISTADO DE MÁRTIRES DEL SIGLO XXI: EN APENAS 25 AÑOS, 1.624 FIELES HAN MUERTO POR SU FE

Es el caso, por ejemplo, de la beata Maria Laura Mainetti, asesinada en un rito satánico en el 2000, o de Sor Leonella Sgorbati, beatificada en 2018 tras su martirio en Somalia en 2006
Tres cristianos, a punto de ser ejecutados en Nigeria.
Dominio público

En vista del Jubileo que se celebra este año, y que reúne a creyentes de todo el mundo como 'Peregrinos de esperanza', el Papa Francisco impulsó en 2023 una iniciativa: la constitución de la 'Comisión de los Nuevos Mártires – Testigos de la Fe' dentro del dicasterio para las Causas de los Santos.

Su misión: elaborar un Catálogo de todos aquellos que, en lo que va de siglo XXI, han derramado su sangre por confesar a Cristo y testimoniar el Evangelio, un gesto que, según escribió el Pontífice argentino, mantiene viva la convicción de que «el bien es más fuerte que el mal, porque Dios en Cristo ha vencido al pecado y a la muerte».

Este proyecto no pretende establecer nuevos criterios sobre la valoración canónica del martirio, ni significa que todos los nombres de los incluidos son beatos o santos. Se trata de custodiar la memoria de los que dieron su vida por la fe, continuar la labor iniciada con ocasión del Gran Jubileo del 2000 y mostrar que hoy, como hace siglos, la sangre de los mártires «es semilla de los cristianos».

El «ecumenismo de la sangre»

En la histórica «conmemoración Ecuménica del Testimonio de Fe en el Siglo XX» del 7 de mayo de 2000, el Coliseo romano acogió la celebración presidida por Juan Pablo II, con representantes de todas las Iglesias y comunidades eclesiales del mundo. Más de dos décadas después, el Papa Francisco retomaba este espíritu de unidad, hablando del «ecumenismo de la sangre», ese lazo común que une a los cristianos de diferentes denominaciones cuando son martirizados por su fe.

Como señaló Francisco en la carta con la que constituyó la comisión, la investigación no se referiría solo a la Iglesia católica, sino que se extendería «a todas las confesiones cristianas», ya que en un tiempo marcado por un cambio de época, «los cristianos continúan mostrando, en contextos de gran riesgo, la vitalidad del Bautismo que nos une».

«¡No le importa si son evangélicos u ortodoxos, luteranos, católicos o apostólicos… no le importa! Ellos son cristianos. Y esa sangre (del martirio) une. Hoy en día, queridos hermanos y hermanas, estamos viviendo un ‘ecumenismo de sangre’. Esto debe animarnos a hacer lo que estamos haciendo hoy: orar, dialogar juntos, acortar la distancia entre nosotros, fortalecer nuestros lazos de hermandad», llegó a decir Bergoglio en una reunión ecuménica de cristianos en Phoenix, Arizona.

África, el continente con mayor persecución

Recogiendo ese legado, el próximo domingo 14 de septiembre, a las 17:00 horas, la basílica de San Pablo Extramuros será el escenario de «la única celebración ecuménica de todo el Año Santo», según destacaron durante la rueda de prensa de presentación del evento. La ceremonia conmemorará a los nuevos mártires y testigos de la fe, y será presidida por el Papa León XIV, reuniendo a representantes de diversas confesiones cristianas para honrar su memoria y su testimonio.

Durante la presentación del evento, monseñor Fabio Fabene, presidente de la Comisión y secretario del dicasterio, junto al profesor Andrea Riccardi, vicepresidente, y monseñor Marco Gnavi, secretario, subrayaron que «el corazón de este trabajo es la memoria». Desde la constitución de la Comisión, han sido señalados 1.624 mártires de la fe, un número «que refleja solo la punta del iceberg» de la persecución cristiana contemporánea, ya que «desgraciadamente, los cristianos continúan muriendo».

El desglose por continentes es revelador:

·         América: 304 mártires, muchos de ellos víctimas de organizaciones mafiosas y del narcotráfico. Como explicaron los responsables de la Comisión, «se eliminan misioneros, sacerdotes y laicos porque son personas que incomodan las actividades criminales y protegen a la población».

·         Europa: 43 testigos de la fe asesinados en el continente, a los que se suman 110 muertos fuera de Europa, la mayoría misioneros o voluntarios que perdieron la vida cumpliendo su labor pastoral.

·         Oriente: 277 mártires, entre los que se encuentra un número elevado de no católicos, incluyendo numerosos protestantes y cristianos orientales.

·         Asia y Oceanía: 357 mártires, la mayoría víctimas de los atentados perpetrados en tres iglesias de Sri Lanka en 2019.

·         África: 643 mártires, el continente donde los cristianos sufren más persecución, «en gran parte por ataques yihadistas», señalaron.

Un trabajo que parte de las iglesias locales
Como explicaron, el trabajo de la Comisión parte de las señalaciones que realizan las conferencias episcopales, diócesis, nunciaturas, congregaciones o asociaciones. Sin embargo, su alcance es ecuménico: «En el martirio estamos unidos todos los cristianos», afirmó.
Riccardi subrayó que el objetivo principal es «conservar nombres e historias en el corazón de la Iglesia», para que la memoria no se pierda. Añadió que, posteriormente, podrán realizarse estudios y discernimientos más amplios, pero estar en la lista no significa ser un beato o mártir reconocido oficialmente, sino ser recordado por su testimonio de fe.
Sin embargo, «algunos nombres de quienes han caído en los últimos 25 años» sí han sido reconocidos como mártires, como el caso de la beata Maria Laura Mainetti, religiosa italiana asesinada en un rito satánico en el año 2000, o Sor Leonella Sgorbati, beatificada en 2018.
La actualización de esta lista constituye un recordatorio elocuente: aunque «la morfología de la muerte cambia», los cristianos siguen siendo perseguidos y asesinados por su fe. Su testimonio, custodiado con fidelidad por la Iglesia, es una semilla de vida que encuentra eco en el Libro de la Sabiduría (3,4): «Aunque a juicio de los hombres hayan sufrido castigos, su esperanza está llena de inmortalidad».
María Rabell García Corresponsal en Roma y El Vaticano
Fuente: El Debate