León XIV advirtió sobre la confusión contemporánea que identifica el florecimiento humano con riqueza material o autonomía individual absoluta
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El Papa con los miembros de la Red de Legisladores Católicos (@Vatican Media) |
Ante la
reducción del florecimiento humano a la acumulación material y al
individualismo, el Papa León XIV afirmó a los miembros de la Red Internacional
de Legisladores Católicos que la Iglesia propone la plena realización de la
persona en todas sus dimensiones, recordando a los legisladores su misión de
construir un orden social guiado por la conciencia, la dignidad humana y una
“política y economía de la esperanza” sostenidas en la gracia de Cristo.
La primera
audiencia del Papa León XIV de este sábado 23 de agosto fue con los
participantes en la decimosexta reunión anual de la Red Internacional de
Legisladores Católicos, con el lema: “El Nuevo Orden Mundial: la política
de las grandes potencias, los dominios corporativos y el futuro del
florecimiento humano.” El Pontífice les instó a convertirse en
constructores de puentes entre la llamada Ciudad del Hombre y la Ciudad de
Dios, retomando la enseñanza de San Agustín de Hipona como guía frente a los
retos actuales.
Dos ciudades
como clave de lectura del presente
El Santo Padre
recordó la visión de San Agustín en La Ciudad de Dios, donde se describen dos
orientaciones de la vida humana: la Ciudad del Hombre, fundamentada en el
orgullo y el amor propio, marcada por la ambición de poder, prestigio y placer;
y la Ciudad de Dios, basada en el amor a Dios y al prójimo, caracterizada por
la justicia, la caridad y la humildad.
El Papa subrayó
que esta enseñanza sigue siendo actual en un mundo que atraviesa cambios de
poder, nuevas alianzas geopolíticas, el peso de las corporaciones globales,
avances tecnológicos y múltiples conflictos violentos. Frente a este panorama,
aseguró que la tarea de los creyentes, y en particular de los legisladores
católicos, consiste en impregnar la vida pública de los valores del Reino de
Dios para abrir caminos de esperanza y verdadero florecimiento humano.
Qué significa
florecer auténticamente
En su
reflexión, León XIV advirtió sobre la confusión contemporánea que identifica el
florecimiento humano con riqueza material o autonomía individual absoluta.
Señaló que este modelo, ligado al consumo y la comodidad tecnológica, deja
vacíos existenciales visibles en sociedades prósperas, donde abundan la soledad
y la falta de sentido.
Frente a ello,
León XIV defendió la visión cristiana del desarrollo humano integral, que
abarca todas las dimensiones de la persona: física, social, cultural, moral y
espiritual. Este florecimiento, dijo, se realiza cuando las personas viven
virtuosamente en comunidades sanas, con libertad para buscar la verdad, adorar
a Dios y formar familias en paz, al tiempo que respetan la creación y promueven
la solidaridad entre pueblos y clases sociales.
Una política y
economía de la esperanza
El Papa destacó
que el futuro dependerá de la elección entre organizar la sociedad en torno al
amor propio o en torno al amor a Dios y al prójimo. Invitó a los legisladores a
trabajar por un orden donde “el poder sea domado por la conciencia y la ley esté
al servicio de la dignidad humana”.
Asimismo, pidió
rechazar la mentalidad pesimista que asegura que nada puede cambiar. Tras
recordar que su predecesor había llamado a una “diplomacia de la esperanza”,
añadió que hoy se necesitan también una “política de la esperanza” y una
“economía de la esperanza”, confiadas en la acción transformadora de la gracia
de Cristo.
Patricia
Ynestroza
Ciudad del
Vaticano
Fuente: Vatican
News