La primera mujer en doctorarse en Filosofía en Alemania y el próximo Doctor de la Iglesia llegaron a la fe a partir de su incansable búsqueda de la verdad; sin embargo, comparten un vínculo que va más allá de esto
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Edith Stein
-santa Teresa Benedicta de la Cruz- fue una gran intelectual, al igual que el
cardenal san John Henry Newman, quien próximamente
será nombrado Doctor de la Iglesia por el Papa León XIV.
Stein fue la
primera mujer en doctorarse en Filosofía, en Alemania, recorrió Europa dando
ponencias, fue discípula de Husserl, pionera en la Fenomenología, enseñó en la
Universidad y tradujo importantes obras filosóficas. Tras un largo recorrido
intelectual, tanto ella como John Henry Newman se convirtieron al catolicismo a
partir de la búsqueda de la verdad. Edith abandonó la fe judía y Newman, la
anglicana.
En Fides et Ratio, el
Papa Juan Pablo II reconoce a ambos pensadores:
“La fecunda
relación entre filosofía y palabra de Dios se manifiesta también en la decidida
búsqueda realizada por pensadores más recientes, entre los cuales deseo
mencionar, por lo que se refiere al ámbito occidental, a personalidades como
John Henry Newman, Antonio Rosmini, Jacques Maritain, Étienne Gilson, Edith
Stein…”
Sin embargo,
este no es el único vínculo entre ambos santos.
Traductora y
seguidora de sus enseñanzas
Las carmelitas de Reino Unido dan
cuenta de las numerosas ocasiones en las que Edith Stein citó los textos del
cardenal Newman, a quien tuvo la oportunidad de traducir.
En 1925,
mientras trabajaba en el Colegio Dominico de Santa Magdalena, Edith conoció al
jesuita Erich Przywara, con quien entabló una profunda amistad. Él le pidió que
tradujera al alemán algunas obras de Newman, comenzando con La idea de
una universidad. La fascinación e identificación con el cardenal fue
inmediata.
En una carta
escrita a un colega -Roman Ingarden- Stein escribió sobre esta experiencia:
“La traducción
me proporcionó un placer absoluto. Y, además, es muy beneficioso para mí entrar
en contacto con una mente como la de Newman, algo que acompaña al proceso de
traducción. Toda su vida fue una búsqueda de la verdad religiosa y lo condujo,
inevitablemente, a la Iglesia católica”.
(Carta 85 a
Roman Ingarden)
Más adelante,
escribió al mismo Roman Ingarden invitándolo a leer a John Henry Newman para
ayudarlo a entender cómo la fe y la razón pueden relacionarse.
Las citas a
Newman continuaron y traspasaron los escritos, pues en una conferencia dictada
en septiembre de 1930, por invitación de la Asociación de Académicos Católicos,
Edith referenció el primero de los textos de John Henry que pudo
traducir: La idea de una universidad.
Su vocación
a comunicar la Verdad
Fueron los
textos de Newman los que llevaron a Stein a unir dos esferas de su vida que,
para muchos, podrían parecer irreconciliables: su enseñanza y escritura
filosófica -que ejerció antes de convertirse e ingresar al convento- y su vida
de oración y servicio.
Los escritos
del cardenal la ayudaron en su desarrollo espiritual y la llevaron a reconocer
que no tenía que abandonar por completo la filosofía, sino usar su amplio
conocimiento e indudable intelecto para comunicar la Verdad.
De esta manera,
Edith Stein -para este entonces llamada Teresa Benedicta de la Cruz- fue
relevada de sus labores domésticas dentro del convento para dedicarse a la
filosofía y, no solo retomó los escritos, sino que comenzó a recibir nuevamente
invitaciones a dictar conferencias.
Pero los frutos
de su ejercicio profesional no pararon ahí, sino que sus traducciones de Newman
fueron muy utilizadas por eruditos de la época, entre los que destaca el
cardenal Joseph Ratzinger.
Santa Teresa
Benedicta de la Cruz, ¿futura Doctora de la Iglesia?
No es imposible
pensar que esta seguidora y admiradora del pensamiento de Newman podría
convertirse en la quinta mujer nombrada Doctora de la Iglesia católica, pues en
abril de 2024 el superior general de la Orden del Carmelo Descalza presentó al
Papa Francisco una petición muy especial: nombrar a santa Edith Stein como
Doctora de la Iglesia, en reconocimiento de sus aportes teológicos.
De ser nombrada
como tal, compartiría el nombramiento con dos figuras que fueron claves para su
conversión y vida de fe: Teresa de Jesús -quien además de ser la
reformadora de la orden a la que perteneció, condujo a Stein al catolicismo a
través de su autobiografía- y John Henry
Newman.
Majo Frías
Fuente: Aleteia