El sector ha firmado una declaración conjunta en la que se reclama una «financiación justa» y actuar contra ludotecas y madres de día. «Las reglas del juego tienen que ser iguales para todos», pide
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Foto: Archcor/Valerio Merino |
«Clave». Es la
palabra que utiliza Alejandra Álvarez, que tiene 20 años de experiencia como
maestra y psicopedagoga infantil, cuando Alfa y Omega le
pregunta por la importancia de la Educación Infantil de 0 a 3 años para el
desarrollo de los niños. «Es un momento en el que adquieren competencias
afectivas, motrices, cognitivas y sociales que resultan importantes para su
vida futura».
De esta forma,
invertir en ella no solo es bueno para el alumno en concreto, sino que, además,
«tiene un alto retorno económico y social: reduce el fracaso escolar, aumenta
la productividad futura y reduce el gasto público en los ámbitos de sanidad,
servicios sociales y justicia», explican de forma unánime las organizaciones
patronales y sindicales del sector —apoyándose en el estudio de Heckman— en una
declaración conjunta con la que han querido salir «en defensa» de una etapa
esencial para el desarrollo del niño. A pesar de ello, en España han
desaparecido el 25 % de los centros privados en los últimos cinco años,
lamentan.
Falta de
financiación
Se trata de una
etapa educativa reconocida por ley, pero voluntaria y que además tiene la
competencia de las guarderías públicas. «El problema es que los centros que
dependen de la Administración están habitualmente colapsados», señala Luis
Centeno, secretario general adjunto de Escuelas Católicas (EC). En el de
Alejandra Álvarez, por ejemplo, se quedaron sin plaza el último año un total de
619 niños; una situación que obliga a las familias a acudir a la educación
privada.
A pesar de
ello, la financiación pública no llega a este tipo de centros. Lo denuncia
Centeno durante la entrevista con Alfa y Omega. Pone de ejemplo los
fondos Next Generation de la UE, que ha aportado «muchísimo dinero» a los
países «para fomentar la gratuidad en la etapa de 0 a 3 años». Sin embargo, «en
España esos fondos solo se han canalizado hacia la escuela pública y pensamos que
es un error, porque aquí los padres tienen reconocida la libertad de elección
de centro».
Haría falta una
«financiación justa», reclaman las entidades firmantes de la declaración, que
ayudara también a paliar la baja natalidad. Al final, «menos niños son menos
matrículas. Y hay menos niños, entre otras muchas cosas, por la falta de ayudas
a la conciliación». De esta forma, la gratuidad universal que piden «sería una
medida que contribuiría a la mejora» en este campo, «lo que a su vez ayudaría a
incrementar la natalidad». El círculo se cerraría con el «aumento de las
matrículas y con el crecimiento económico asociado a la natalidad», detalla el
secretario general adjunto de EC.
Competencia
desleal
Otro perjuicio
económico que tienen que superar las guarderías privadas es la «competencia
desleal» de madres de día o ludotecas. «Actúan y se publicitan como centros
educativos autorizados, al amparo de una licencia municipal de apertura», pero
«sin cumplir con la normativa ni sus garantías», denuncia la declaración. «Las
reglas del juego tienen que ser iguales para todos», apunta Centeno. «No puede
ser que nosotros tengamos marcada hasta la ratio de niños y que la
Administración no diga nada, por ejemplo, de las madres de día, a pesar de que
llevamos años advirtiendo de la irregularidad total de esta práctica, que
incluso puede poner en riesgo a los pequeños».
Frente a estas
situaciones, Centeno —en representación de EC— y el resto de entidades reclaman
«una mesa sectorial de la educación infantil en la que poder abordar junto con
la Administración todos estos problemas».
José Calderero de Aldecoa
Fuente: Alfa y Omega