EL VATICANO QUIERE VIRALIZAR EL PROYECTO JUVENIL QUE ASPIRA A QUE «CRISTO VUELVA A SER EL CENTRO» DE EUROPA

«No somos espectadores pasivos de una Europa en decadencia. Somos una generación en pie, dispuesta a ser el alma que esta tierra ha olvidado», dicen los impulsores.

Foto: Vatican News. Dominio público
El proyecto, presentado este miércoles en el Vaticano por el obispo de Palencia, nació en las entrañas de la Iglesia española

El Vaticano ha presentado este miércoles Roma 25 – Santiago 27 – Jerusalén 33, un proyecto que «no nace de un plan de marketing, ni de una institución», sino de la «respuesta libre de miles de corazones jóvenes, unidos por un mismo anhelo: que Cristo vuelva a ser el centro», se explica en el documento de trabajo difundido tras la rueda de prensa. «No somos espectadores pasivos de una Europa en decadencia. Somos una generación en pie, dispuesta a ser el alma que esta tierra ha olvidado».

No obstante, la iniciativa ha nacido bajo el amparo de la Conferencia Episcopal Española y más concretamente del obispo de Palencia, Mikel Garciandía, que ha sido el primero en hablar durante la presentación en calidad de coordinador del Comité organizador. Todo comenzó cuando el prelado era rector del santuario de san Miguel de Aralar (Pamplona). «Se me pidió coordinar la red de santuario de san Miguel de Europa», así que «comenzamos una labor pastoral de la que queríamos que participaran los jóvenes», ha rememorado el obispo.

El proyecto original concluía en teoría en Roma en 2025, durante el jubileo. Sin embargo, en una de las reuniones «surgió la idea de internacionalizar aún más el proyecto» y comenzamos a «contactar para implementarlo en toda Europa». Paralelamente, a Garciandía lo nombraron obispo de Palencia, «una diócesis muy vinculada al Camino de Santiago», ha explicado.

Tras su nombramiento, entró a formar parte en el área de Santuarios y Peregrinaciones de la Conferencia Episcopal Española, desde donde junto con la Subcomisión de Juventud e Infancia, se empezó a transformar el proyecto. «Roma dejó de ser la meta para convertirse en el comienzo», y entonces «se añadió también Santiago de Compostela 2027, cuando se va a celebrar un nuevo Año Santo».

A partir de ese momento, se planteó la posibilidad de que «el horizonte fuera Jerusalén 2033, que es el año en el que se van a conmemorar los 2.000 años de la redención». Ahora estaba claro el camino; un periplo que estará iluminado por el Manifiesto de los Jóvenes Cristianos de Europa. La proclamación oficial del documento está prevista para el viernes 1 de agosto de 2025, a las 11.00 horas, en la basílica de Santa María en Trastevere, en el marco del Jubileo de los Jóvenes.

«Ese día, diremos juntos al mundo lo que creemos, lo que soñamos y lo que estamos dispuestos a vivir. Cada paso que damos es por quienes ya no creen tener esperanza. Esta revolución del espíritu quiere hacer visible lo invisible y dar voz a quienes buscan sin saberlo a Dios», han explicado los impulsores.

Hasta entonces, todos los jóvenes se pueden adherir digitalmente a él con el objetivo de «que sea la declaración juvenil más respaldada de la historia de Europa, y solo así, las palabras que pronunciaremos el 1 de agosto tendrán el peso de una multitud que cree, sueña y camina unida». Pero «esto no es un evento», advierten, «es un movimiento continental; es una revolución espiritual», concluyen.

José Calderero de Aldecoa

Fuente: Alfa y Omega