MITOS Y FALTAS A LA VERDAD SOBRE LA ECONOMÍA DE LA IGLESIA

 Es «faltar a la verdad» señalar que la Iglesia tiene privilegios a nivel fiscal

Dominio público

El vicesecretario de Asuntos Económicos de la CEE subraya en una conferencia en el Foro San Juan Pablo II que la Iglesia no goza de ningún beneficio fiscal que no tengan otras entidades sin ánimo de lucro y recalca que en materia educativa es la Iglesia la que está financiando al Estado

Cuando apenas quedan diez días para que venza el plazo para la presentación de la declaración del IRPF y, por tanto, de la posibilidad del contribuyente para asignar parte de sus impuestos a la Iglesia católica, el vicesecretario de Asuntos Económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal ha desmontado, en una conferencia titulada Transferencia y rendición de cuentas en la Iglesia española, pronunciada en el Foro San Juan Pablo II en Madrid, algunos mitos y falsedades que se vierten a menudo públicamente sobre la financiación de la Iglesia, su régimen fiscal o supuestos privilegios a nivel educativo.

Régimen fiscal y financiación

En primer lugar, ha subrayado que la Iglesia goza del mismo régimen de beneficios fiscales que el resto de entidades sin ánimo de lucro. Antes de 2023, había ligeras diferencias, pero la Iglesia renunció a ellas. Por tanto, ha dicho que es «faltar a la verdad» señalar que la Iglesia tiene privilegios a nivel fiscal.

Otra idea que ha combatido y animado a combatir a los católicos es la de que la Iglesia recibe dinero del Estado, pues en los presupuestos generales no hay «ni un solo euro» asignado a la Iglesia católica. Esta solo recibe aquello que los contribuyentes marcan en su declaración. Si nadie marcara la X, no recibiría nada.

Impacto socioeconómico

Pero es que este modelo de colaboración, que algunos critican, se justificaría solo por el gran impacto socioeconómico que tiene para el país la actividad eclesial. Según Deloitte, las entidades diocesanas y parroquias aportan 2.735 millones de euros al PIB y pagan más de 290 millones de euros en impuestos. Otro informe, este de KPMG, mostró hace ahora diez años que los bienes de la Iglesia generan en torno a 22.000 millones de euros al año, un 2 % del PIB de 2015.

Educación concertada: un ahorro para el Estado

La educación también suele ser un tema recurrente. En este caso, el vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE ha recordado que el dinero que los poderes públicos invierten en la concertada no es para la Iglesia, sino para los ciudadanos y padres que ejercen su derecho constitucional a educar a sus hijos según sus convicciones. Y no solo eso, sino que este modelo ahorra más de 4.000 millones a las arcas públicas, por la diferencia de coste entre una plaza en la pública y otra en la concertada. «Esto significa que las instituciones de la Iglesia está financiando al Estado»

Transparencia

Finalmente, ha defendido que, aunque queda camino por recorrer, la Iglesia ha dado pasos importantes en materia de transparencia y rendición de cuentas. Por ejemplo, cada año se publica una memoria donde se detalla el destino de cada euro recibido, un trabajo que es auditado por empresas de prestigio. Además, todas las diócesis tienen oficinas de transparencia y hacen públicas sus cuentas de manera anual.

Por otra parte, un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona reveló recientemente que el 85 % de las diócesis aprueban en estándares de transparencia. Seis de ellas obtuvieron el sello de excelencia.

Con los más pobres

Tal y como ha explicado Barriocanal, la economía en la Iglesia tiene sentido en función de tres ejes fundamentales para los católicos: el anuncio de la fe, la celebración de la fe y el ejercicio de la caridad. Y para ello se necesitan fondos.

La labor social, que es la que mayor eco público tiene, es inmensa. En las cárceles, con los enfermos, con los migrantes que llegan a Cáritas sin nada, con los ancianos, con los parados, con los jóvenes y no tan jóvenes víctimas de dependencias, con las mujeres víctimas de violencia, defendiendo la vida y la familia… «En definitiva, la Iglesia está con los pobres, que no se van a las puertas de los partidos políticos a pedir», ha subrayado.

Fran Otero

Fuente: Ecclesia