IGLESIA EN EL MUNDO: DOMINGO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, POR EL PADRE EVARISTO DE VICENTE

CON OJOS CERRADOS, SIN SONIDOS, NI OLORES, NO SIGNIFICA NO EXISTE LA VISTA, NI EL OÍDO, NI EL OLFATO

Parece una afirmación de Perogrullo, pero LA VERDAD ES que cuando falta el estímulo que me permite ver, oír u oler, no significa que estés carente de sentidos sino que te falta el estímulo para ver, oír u oler. QUE, APLICADO AL ALMA, cuando uno no hace el esfuerzo mínimo de “abrir” los ojos, “inspirar” a fondo o “afinar” el oído, siempre podrá afirmar que ni ve, ni oye ni huele nada. Es verdad. Pero ¿has pedido a Dios la fe? Es decir, me fijo solo en el ejemplo de la vista que es el más parecido a ver con el intelecto, con la inteligencia: ¿has hecho el MÍNIMO ESFUERZO de intentar ABRIR LOS OJOS?, aunque quizá al empezar a abrirlos es verdad que está algo oscuro ¿pero de veras no ves nada? ¿no hay a caso, sombras que no sabes si son personas, o árboles que se mueven…? o… ¿qué será eso que no alcanzo a VER CON CLARIDAD DEL TODO?, pero SINCERAMENTE, ALGO ME DICE QUE AHÍ HAY ALGO QUE SE MUEVE…. Es la actitud del hombre que busca la verdad. Por ejemplo SAN AGUSTÍN, EMPEZÓ ASÍ. Santo TOMÁS, AGUDIZÓ AL MÁXIMO LA VISTA DE LA FE… y así tantos otros que “SE OLIERON” que Dios EXISTÍA, porque empezaron a “OIR” a algunos muy SABIOS que aseguraban que debía de ser que lo más probable HUBIERA UN SER SUPREMO, UN CREADOR… De hecho hay cada vez más gente que dice que es más fácil creer esto de un Creador que un big-bang que se hizo de la nada. Piénsalo, hombre: mira, oye, huele… palpa: y ¡¡CREE!!




P. EVARISTO DE VICENTE