El Pontífice ha
recibido este lunes a los representantes de distintas Iglesias y comunidades
eclesiales, a los que les ha hablado de comunión y fraternidad
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Foto: Vatican News. Dominio público |
En su discurso, el Pontífice ha
revelado «uno de mis deberes prioritarios» en «cuanto obispo de Roma»: la «búsqueda del restablecimiento
de la plena y visible comunión entre todos aquellos que
profesan la misma fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo».
Dentro de este objetivo,
León XIV ha puesto en valor que su pontificado haya comenzado mientras se
conmemora el 1.700 aniversario del primer Concilio Ecuménico de Nicea.
«Ese concilio representa una etapa fundamental para la elaboración del credo
compartido por todas las Iglesias y comunidades eclesiales», ha señalado en su
alocución el Santo Padre, quien recientemente reveló que el Vaticano ya se encuentra preparando un
viaje para su posible participación en el aniversario de esta
importante cita eclesial.
No obstante, «la preocupación por la unidad
ha sido siempre una constante en mí», ha explicado Prevost. Así
lo «atestigua el lema que he elegido para mi ministerio episcopal: In Illo uno unum,
una expresión de san Agustín de Hipona que recuerda que también nosotros, aun
siendo muchos, “en Aquel uno —o sea en Cristo—, somos uno”».
En este sentido, León XIV
ha explicado que «cuanto más fieles y obedientes» somos al Señor «más unidos
estamos entre nosotros», un mensaje relevante para el trabajo
de las distintas Iglesias en este ámbito, pero que también es significativo
para los laicos corrientes. Por eso, «como cristianos, estamos llamados a orar
y trabajar juntos para alcanzar paso a paso esta meta, que es y será siempre
obra del Espíritu Santo».
Continuar el trabajo de Francisco
Durante su discurso, el
Pontífice no ha querido dejar pasar la oportunidad de citar a su antecesor.
«Uno de los puntos clave» de su pontificado, ha reconocido León XIV, «ha sido
el de la fraternidad universal», un tema en el que «el Espíritu Santo lo ha
impulsado a dar grandes pasos hacia adelante». Concretamente, Francisco «promovió tanto el
camino ecuménico como el diálogo interreligioso, y lo hizo
sobre todo cultivando las relaciones interpersonales de modo que,
salvaguardando los vínculos eclesiales, se valorizara siempre el aspecto humano
del encuentro».
León XIV también ha
destacado la sinodalidad promovida por Bergoglio, que está estrechamente
relacionada con el ecumenismo. «Deseo asegurar mi intención de
proseguir el compromiso del Papa Francisco —ha subrayado—
en la promoción del carácter sinodal de la Iglesia católica y en el desarrollo
de formas nuevas y concretas» en este ámbito.
Así, el Papa ha asegurado
que «hoy es tiempo de dialogar y de construir puentes»,
ha reiterado, un llamamiento que ya hizo desde la logia de las bendiciones el
cardenal Prevost nada más ser elegido Sumo Pontífice.
Judíos y musulmanes
Por último, el Pontífice
ha dirigido un saludo especial a judíos y musulmanes. Sobre los primeros
Con los primeros, ha destacado el «diálogo teológico», que «sigue siendo
siempre importante y es muy valioso para mí. Incluso en estos tiempos
difíciles, marcados por conflictos y malentendidos, es necesario continuar con
entusiasmo este diálogo tan valioso».
Sobre los musulmanes, ha
reconocido que la relación esta marcada por el hecho de que ellos también
«adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todo poderoso,
Creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres». Este enfoque
«basado en el respeto mutuo y en la libertad de conciencia, representa una base
sólida para construir puentes entre nuestras comunidades».
José
Calderero de Aldecoa
Fuente:
Alfa y Omega