La Plaza de San Pedro se llenó de flores y alegría para acoger el anuncio más hermoso de la historia: ¡Cristo ha verdaderamente resucitado!
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| Vatican News |
Desde la Plaza
de San Pedro, en la homilía leída por el Cardenal Angelo Comastri, el Papa
recuerda que la Pascua no es una historia del pasado. Es una invitación a
salir, a buscar a Jesús en lo cotidiano, en los hermanos y en la esperanza.
La Plaza de San
Pedro se
llenó de flores y alegría para acoger el anuncio más hermoso de la
historia: ¡Cristo ha verdaderamente resucitado!
Más de 35.000
fieles se congregaron este domingo 20 de abril de 2025 para celebrar la Misa de
Pascua, presidida este año por el cardenal Angelo Comastri, arcipreste emérito
de la Basílica de San Pedro y vicario general emérito de Su Santidad para la
Ciudad del Vaticano. Por deseo del Papa Francisco, aún convaleciente en Casa
Santa Marta, fue él quien ofició la celebración.
La liturgia
comenzó con la apertura del icono del Santísimo Salvador y el canto del
"Aleluya", que resuena de nuevo tras su ausencia durante la Cuaresma.
Una de las novedades de esta Pascua fue la lectura de la homilía,
preparada especialmente por el Papa Francisco para esta ocasión.
Dado que este
año Oriente y Occidente celebran la Pascua en la misma fecha, tras la
proclamación del Evangelio en latín y griego, se entonaron los cantos del Stichi y Stichirà de
la liturgia bizantina, antiguamente interpretados ante el Romano Pontífice.
En su homilía
durante la Vigilia Pascual en la Basílica vaticana, leída por el cardenal
Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, el Pontífice invitó a
"no perder el ...
Cristo vive:
hay que buscarlo
En su sermón,
Bergoglio subrayó dos aspectos fundamentales del anuncio pascual. El primero:
Cristo ha resucitado, está vivo. Por eso, no debemos buscarlo en el sepulcro.
No se trata de una bella historia del pasado ni de un héroe para recordar o una
estatua para admirar.
Todo lo
contrario: hay que salir a buscarlo. Buscarlo en la vida diaria, en el rostro
de los hermanos, en lo cotidiano, en lo inesperado. Buscarlo en todas partes,
excepto en el sepulcro.
"Buscarlo
siempre", insistió el Papa Francisco en su prédica. Porque si ha
resucitado, entonces está presente en todo lugar. Habita entre nosotros, se
revela —y también se oculta— en las personas que encontramos cada día, en los
momentos más sencillos e impredecibles de la vida.
"Él está
vivo y permanece con nosotros", añadió, "llorando con quienes sufren
y multiplicando la belleza de la vida en los pequeños gestos de amor de cada
uno".
Reflexión para
el Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor, ciclo C: el Evangelio este
día ilumina nuestra realidad con una certeza: ¿P
Una fe que
impulsa al movimiento
Por eso, la fe
pascual no es una solución estática, ni una cómoda seguridad religiosa. Al
contrario, nos pone en movimiento. Nos invita a abrir los ojos y ver más allá,
a reconocer a Jesús como el Viviente: el Dios que se revela, que camina a
nuestro lado, que nos habla, nos precede y nos sorprende.
“Como María
Magdalena, cada día podemos sentir que hemos perdido al Señor, pero cada día
podemos correr a buscarlo de nuevo, sabiendo con seguridad que Él se deja
encontrar y nos ilumina con la luz de su resurrección.”
Apresurémonos
al encuentro con Cristo
El Sucesor de
Pedro destacó: "Esta es la esperanza más grande de nuestra vida: que
podemos vivir nuestra existencia —pobre, frágil y herida— aferrados a Cristo,
porque Él ha vencido la muerte, vence nuestras tinieblas y nos lleva a vivir
con Él en la alegría, para siempre".
“Como dice
san Pablo, también nosotros corremos hacia esa meta, olvidando lo que queda
atrás y proyectándonos hacia lo que está por delante (cf. Flp 3,12-14).
Apresurémonos, pues, al encuentro de Cristo, con el paso ágil de Magdalena, de
Pedro y de Juan.”
Finalmente, el
Papa recordó que el Jubileo es una oportunidad para renovar la esperanza. No
una esperanza abstracta o superficial, sino una fuerza viva que se encarna en
medio de nuestros sufrimientos, preocupaciones y cansancio. Estamos llamados a
dejarnos transformar por ella, a mirar el mundo con nuevos ojos, y a contagiar
esa esperanza a quienes nos rodean.
No podemos
permitir que el corazón se encierre en ilusiones pasajeras ni en la tristeza.
Debemos correr, llenos de alegría, al encuentro de Jesús.
Al concluir la
lectura del texto del Pontífice, el Cardenal Comastri agregó de manera
espontánea:
“Gracias,
gracias Papa Francisco, por este llamado tan fuerte a despertar nuestra fe en
Jesús resucitado, vivo y siempre presente a nuestro lado. ¡Gracias, Papa
Francisco, y feliz Pascua!”
Sebastián Sansón Ferrari
Ciudad del
Vaticano
Fuente: Vatican News
