Es muy común escuchar a la asamblea repetir la doxología que dice el sacerdote dice en la Misa, pero es necesario que conozcamos cuando nos toca participar
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Sidney de Almeida | Shutterstock |
Es muy común
escuchar, durante la Misa, que la asamblea repite las oraciones que hace el
sacerdote. Tal es el caso de la doxología, un neologismo que viene del
griego: Doxa (gloria, alabanza) y logos (palabra);
por tanto la palabra doxología significa ‘palabra de alabanza’.
"Por Cristo con él y en
él..."
Las palabras: “Por
Cristo con él y en él a ti Dios Padre Omnipotente en la unidad del Espíritu
Santo todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”, forman parte de
la doxología final, que a su vez es la última parte de la plegaria eucarística.
Esta doxología final
de la Misa en la forma en que la conocemos se ha utilizado desde
aproximadamente el siglo VII en toda la cristiandad de occidente.
"Estas palabras
son propias, única y exclusivamente, del obispo o sacerdote celebrante y de los
sacerdotes concelebrantes. Y 'la doxología final: por la cual se expresa la
glorificación de Dios,… es afirmada y concluida con la aclamación Amén del
pueblo'”.
Solamente el sacerdote dice la
doxología
Por tanto durante la
doxología los fieles guardan silencio y solo intervienen para unirse a dicha
doxología con un fuerte y contundente: “AMÉN”.
Ésta es una de las
doxologías que se usan para dar alabanza a Dios, distinguiéndola de la
doxología mayor (Gloria a Dios en el cielo…) y la doxología menor (Gloria al
Padre y al hijo….).
Finalmente, una de
estas doxologías es la que se pronuncia antes del rito de la paz: "Tuyo es
el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre Señor".
Henry
Vargas Holguín
Fuente: Aleteia