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Cartel de la Jornada del Día del Seminario |
Intervienen en la presentación el director del secretariado de la Subcomisión Episcopal para los Seminarios, Florentino Pérez, y el sacerdote de la diócesis de Zamora Javier Prieto.
Sembradores de esperanza
En esta
ocasión la campaña hace referencia a tres realidades que están condicionando el
tiempo en que vivimos: la conectividad que
facilitan las tecnologías pero que provocan el aislamiento del
presente, la soledad que a veces se vive en
medio de la multitud y el dolor que provoca el sufrimiento
y la injusticia. En medio de todas esas realidades, la
campaña invita a descubrir las zonas luminosas de la aventura humana y el papel
que tienen los sacerdotes para generar esperanza.
Cuatro rasgos de este tiempo suscitan depresión y desesperanza: la incertidumbre económica; el miedo a la enfermedad; el uso masivo de redes sociales impregnadas de ideologías y bulos; y el envejecimiento progresivo de la población. Las consecuencias se manifiestan en los altos índices de depresión y de suicidio, que se han convertido en problemas importantes de salud pública.
15.285 sacerdotes católicos
En este
contexto social, 15.285 sacerdotes católicos
desempeñan su misión en la Iglesia española cumpliendo la misión de anunciar el
Evangelio y sanar las heridas de este tiempo.
Esta es, también, la motivación que anima a cada uno de los 1.036 seminaristas que se forman en los seminarios de las diócesis españolas en este curso 2024-2025. Su formación está centrada, precisamente, en ir desarrollando progresivamente las actitudes y aptitudes que se necesitan para ser sembradores de esperanza siendo sacerdotes misioneros a lo largo y ancho de la geografía española.
82 seminarios
Y cada
uno de estos seminaristas es una razón para la esperanza en los 82
seminarios que hay en España, reunidos en 57 comunidades formativas. Como
seminaristas siguen el plan de formación vigente, un tiempo que se prolonga
entre 7 y 9 años, y en el que los
seminaristas atraviesan cuatro etapas: propedéutica, discipular, configuradora
y de síntesis vocacional, que son indispensables para que se manifieste la
idoneidad de su vocación.
En este día del Seminario se hace visible cómo el ministerio sacerdotal hace frente en muchas ocasiones a las raíces de la desesperanza. Así, frente a la incertidumbre económica, los sacerdotes son sembradores de esperanza porque se comprometen en el acompañamiento de las personas que viven en situación de soledad o enfermedad y desarrollan las 4.488 Cáritas parroquiales, que atienden más de 2,5 millones de personas necesitadas y coordinan los equipos de voluntarios en las parroquias.
Compañía a los enfermos
Frente al miedo a la enfermedad, los sacerdotes
acompañan a miles de enfermos en sus parroquias y coordinan equipos de visita y
de compañía a los enfermos que viven en el territorio parroquial. Además 870
capellanes, acompañados de voluntarios de Pastoral de la Salud, sirven en los
hospitales y centros asistenciales y ofrecen un acompañamiento personal a
los pacientes, para confortarles en su enfermedad, independientemente de cuál
sea su fe o vivencia espiritual.
Frente a las adicciones digitales y las
situaciones que atraviesan los jóvenes, los sacerdotes, sembradores de
esperanza, acompañan a los jóvenes en grupos de formación parroquial, en las
actividades de tiempo libre y en las escuelas y colegios, en ocasiones como
capellanes, profesores o tutores, velando por la educación integral de los
alumnos que incluye la dimensión espiritual. Esta labor educativa también se
lleva a cabo mediante un acompañamiento de las familias en situaciones de
dificultad.
Envejecimiento demográfico
También frente a la despoblación y al
envejecimiento demográfico, los sacerdotes son sembradores de esperanza en el
mundo rural. La mitad de las
parroquias que hay en España (22.921 parroquias) se encuentran en
zonas rurales. Al frente de las mismas están sacerdotes que
acompañan a las personas que viven allí, las atienden espiritualmente y hacen
presente el Evangelio de Jesucristo en zonas muchas veces abandonadas por otras
instituciones.
En definitiva, de muchas maneras los
sacerdotes en España son sembradores de esperanza, en medio de una
sociedad que está amenazada, precisamente, por la desesperanza. El compromiso
silencioso de los sacerdotes con cada persona es generador de esperanza en el
día a día, ayudando a encontrar soluciones a sus problemas y aportando un
sentido a sus experiencias vitales.
El motor
que mueve a los sacerdotes a emprender este servicio no es otro que la propia
experiencia personal de haberse encontrado con Cristo y de descubrirse llamado
por él a través de la Iglesia para servir a la humanidad sembrando la esperanza
del Evangelio.
Para el
Día del Seminario, la Subcomisión Episcopal para los Seminarios ha
preparado distintos materiales. Entre ellos están los carteles de la jornada,
materiales para explicar en las catequesis, una reflexión teológica o los
subsidios litúrgicos para la celebración de la eucaristía. Además, este
año se ha preparado por primera vez un Viacrucis. En el marco
de la Cuaresma, se aprovecha esta oración para pedir especialmente por las
vocaciones sacerdotales.
La
reflexión teológica está a cargo del arzobispo de Tarragona, Mons. Joan
Planellas, que también resalta la llamada de los sacerdotes a ser «sembradores
de esperanza por medio del ministerio ordenado» y analiza
algunas de las funciones sacerdotales como el ministerio profético, pastoral o
de santificación.
Fuente: ReligiónConfidencial