El sacramento de la confesión restaura la gracia santificante que se ha perdido con el pecado grave; pero si se hace mal, puede ser inválida. Te contamos
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Sabemos que la
gracia santificante que Dios nos regala en el Bautismo puede perderse cuando cometemos un pecado
grave. Por eso, en su infinita misericordia, Jesús dejó el sacramento de
la Reconciliación; sin embargo, si se hace mal, la confesión
puede ser inválida.
Para dar luz a
nuestros lectores sobre este importante tema, Aleteia consultó al padre Sergio
Moctezuma, penitenciario de la Catedral de Celaya, y esto fue lo que nos
compartió.
Ocultar un
pecado mortal
El padre
penitenciario comenta que, cuando vamos a confesarnos, "lo fundamental es
la confianza en la misericordia del Señor, pero también la contrición o el
arrepentimiento. Todo gira en torno a eso".
Agrega que un
signo claro de esa contrición es la disposición de confesar todos nuestros
pecados mortales -y aunque no es necesario - también los veniales.
Por eso,
puntualiza, "cuando una persona va a la confesión y calla conscientemente
esos pecados mortales, su actitud manifiesta que no hay una verdadera
contrición" ya que "se cierra a la gracia de Dios, por lo que no
recibe el perdón de sus pecados porque comete un pecado más".
¿Qué pasa si
olvido decir un pecado?
Caso distinto
es cuando, por descuido u olvido, se omite decir un pecado. En ese caso,
comenta el padre Moctezuma, "no habría falta y la confesión sería
íntegra".
Menciona que
"cuando inconscientemente, por olvido o por un nerviosismo excesivo que me
dificulta confesarme íntegramente y no digo un pecado mortal, de principio se
presume el perdón de todos mis pecados", pero por garantía o seguridad
personal, la próxima vez que se acuda a la confesión, hay que decirlo al
sacerdote.
Decir todos
los pecados aunque sean vergonzosos
Quizá todos
hemos tenido la tentación de ocultar un pecado porque nos causa vergüenza
exponer nuestra debilidad ante el sacerdote. Sin embargo, es necesario que él
sepa qué fue lo que hicimos para podernos otorgar el perdón de Dios, como lo
explica el padre Moctezuma, citando en Catecismo
de la Iglesia católica:
"Quienes
actúan de otro modo y callan conscientemente algunos pecados, no están
presentando ante la bondad divina nada que pueda ser perdonado por mediación
del sacerdote. Porque si el enfermo se avergüenza de descubrir su llaga al
médico, la medicina no cura lo que ignora" .
- CEC 1456
Confesar
primero los pecados graves
Por último, el
sacerdote recomienda que "al confesarse inicien con los pecados más graves
o más vergonzosos, para evitar caer en la tentación de que por pena callen
algún pecado y así, no se les olvide, dentro de lo posible".
Pero lo más
importante es recordar que este es un sacramento con el que Dios, por su
infinita misericordia, olvida todo lo que hemos hecho y nos da la oportunidad
de comenzar de nuevo.
Por eso,
acerquémonos con humildad y confianza a reconciliarnos con el Señor.
Aquí 3
razones para no posponer más la confesión de tus pecados:
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia