La enorme cantidad de documentos de la Iglesia nos hablan de su antigüedad e importancia y respaldan su origen divino, por eso es importante distinguirlos
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Sebastian Castelier | Shutterstock |
Muchos son los
documentos que respaldan el origen divino de la Iglesia católica, ya sea por su
relevancia histórica, por su doctrina y contenido teológico, por las cuestiones
prácticas, en fin, son tantos que quien niega que la Iglesia fue fundada por Cristo
actúa por ignorancia. Entre todo este acervo encontramos al Catecismo de la
Iglesia Católica y a la Doctrina Social.
Cabe entonces
hacerse una pregunta: ¿acaso no son lo mismo? Porque en el Catecismo
seguramente se trata la parte que corresponde a las obras de la Iglesia, así es
que parecería repetitivo dedicar un área especial a la Doctrina Social.
Entendamos,
pues, qué es cada documento.
El Catecismo
de la Iglesia Católica
Durante muchos
años, en las diócesis de todo el mundo se daba la catequesis basada en la
enseñanza de la Iglesia, tanto del Magisterio como de la Tradición, y por
supuesto, de la Sagrada escritura.
Pero fue hasta
1985 durante la Asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos cuando le
presentaron al papa san Juan Pablo II una petición para que elaborara un
compendio de toda la doctrina católica, tanto de la fe como de la moral.
Antiguamente se
usaba el Catecismo de san Pío V y cada diócesis tenía sus catecismos locales,
pero ante las exigencias de la época, en 1986 el Santo Padre confió el proyecto
a una Comisión de doce cardenales y obispos, presidida por el entonces cardenal
Joseph Ratzinger.
En la
constitución apostólica Fidei
Depositum del 11 de octubre de 1992 , San Juan Pablo II menciona
que:
El Catecismo de la
Iglesia católica es fruto de una amplísima cooperación: ha sido
elaborado en seis años de intenso trabajo, llevado a cabo con gran apertura de
espíritu y con celo ardiente.
Además, la
constitución -que encabezaba la publicación del texto del Catecismo universal,
redactado en lengua francesa - destaca que:
Este proyecto
fue sometido a una vasta consulta de todos los obispos católicos, de sus
Conferencias episcopales o de sus Sínodos, así como de los institutos de
teología y catequética.
Con la carta
apostólica Laetamur Magnopere del 15 de agosto de 1997 se
anunciaba la versión latina publicada en 1997.
En ella,
nuevamente el papa san Juan Pablo II escribió:
La Iglesia
dispone ahora de esta nueva exposición autorizada de la única y perenne fe
apostólica, que servirá de «instrumento válido y legítimo al servicio de la
comunión eclesial» y de «regla segura para la enseñanza de la fe», así como de
«texto de referencia seguro y auténtico» para la elaboración de los catecismos
locales.
La Doctrina
Social de la Iglesia
Ahora bien,
hablar de Doctrina Social de la Iglesia se refiere a "Transformar la
realidad social con la fuerza del Evangelio, testimoniada por mujeres y hombres
fieles a Jesucristo", como bien lo menciona la presentación del Compendio de la doctrina social de la Iglesia, escrita por
el cardenal Renato Raffaele Martino Presidente del Pontificio Consejo «
Justicia y Paz » el 2 de abril de 2004.
No es un
catecismo diferente, sino un documento donde se describe la acción, sobre todo
de los laicos, para trabajar a la luz de Evangelio y con la enseñanza social de
la Iglesia, en "todas las dimensiones de su vida, incluida la que se
refiere a los ámbitos sociales, económicos y políticos".
Por lo tanto,
todos los católicos estamos llamados a profundizar nuestra fe y reforzar
nuestro conocimiento de las enseñanzas de Cristo, custodiadas y preservadas por
el Magisterio de la Iglesia, a través de los textos que están a la mano de
cualquier fiel.
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia