Un nuevo idioma
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estoy
estudiando hebreo bíblico. Ayer colapsaba ante tantos sufijos, prefijos… Tenía
que hacer una traducción y, de poco me servía tener delante un diccionario,
pues una simple letra delante puede cambiar la palabra y, por lo tanto, hacer
que no se pueda encontrar de ninguna manera.
Ahora consigo
leer y entender alguna palabra.
Los idiomas nos
ayudan a entender, a otras personas, a descubrir el significado y la riqueza de
lo que nos dicen. De hecho, una frase dicha en castellano, traducida a otro
idioma, muchas veces no llega a alcanzar lo que queremos expresar.
Es importante
entender que cada idioma tiene su contexto, sus palabras, su cultura. En la
oración me daba cuenta de que cada uno tenemos un idioma, aun hablando la misma
lengua, y que es importante entenderlo. Unos se expresan por gestos, otros por
medio de detalles; a otros nos cuesta expresar por medio de la palabra, pero
cogemos otros caminos.
Jesús no actúa
igual con cada persona. Se adentra en tu idioma, en tu forma de sentir y de
expresar, porque Él te ama y te conoce en profundidad. Jesús te entiende.
Descifra incluso aquello a lo que tú mismo no sabes poner palabras. Se acerca
como eres, se adapta para comunicarse contigo.
Estudiar un
idioma es abrumador sobre todo al principio, pero poco a poco vas entendiendo,
aprendes a leer… va adquiriendo significado. Te hace amar a la otra persona tal
como es, escuchando incluso sus silencios llenos de significado.
Hay una
academia especializada en idiomas, y es la oración. Jesús es el Maestro que
enseña a abrir el corazón; mirar, amar, quiere que aprendamos a vivir de esa
manera. Mi idioma no es universal, la persona que tengo cerca me habla de
muchas maneras; como Jesús, tengo que aprender el idioma de cada uno y entrar
desde el amor.
Hoy el reto del
amor es que te apuntes a la academia de la oración. Ora por esa persona a la
que no logras entender, con la que no logras comunicarte. Jesús te mostrará su
idioma, el camino del encuentro y todo cambiará.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
20 enero 2025
Fuente: Dominicas de Lerma