Tus herramientas
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Estos días,
cuando voy a ver a los obreros, me gusta mucho verles trabajar. Cada uno sabe
lo que tiene que hacer, se respetan sus espacios para que el electricista ponga
los cables; luego, el albañil tapa la roza, cortan y esperan a poder ayudarse.
Tienen que trabajar cada uno en lo suyo y también pensar en el otro, para que
entre todos salga la obra a tiempo.
Una de las
cosas que más me llama la atención son las herramientas. Me encanta ver cómo
las utilizan con destreza: con la rotaflex, la espátula, midiendo todo para que
cuadre. Me daba cuenta de lo necesario que es una buena herramienta para un
buen trabajo; les veo trabajar ágiles, cómodos…
Me marché
pensando en las herramientas que utilizamos para nuestra vida espiritual.
Muchas veces trabajamos algo en nosotros y no vemos resultados; incluso nos
desanimamos porque pensamos que nunca cambiaremos. Pero le preguntaba al Señor:
¿realmente estamos utilizando las herramientas necesarias?
La Iglesia pone
en nuestras manos muchas maneras para trabajar nuestra relación con el Señor.
En la vida del espíritu o avanzas o retrocedes. El Señor quiere que avancemos y
maduremos. Al principio, Jesús iba con los discípulos por las aldeas, curaba
enfermos, hacía milagros, expulsaba demonios. Pero, pasado un tiempo, nos dice
la Escritura que les mandó de dos en dos a predicar y curar. ¿Y qué pasó? Pues
unas veces podían y otras no.
Cuando le
preguntaron a Jesús por qué no podían, Él les dijo: “Hay este tipo de demonios
que solo se combaten con ayuno y oración”. Jesús quiere darte herramientas para
tu vida espiritual; solo necesita que te acerques a Él y se lo pidas. En Él vas
a encontrar cómo crecer y no dejar que nada te atasque. Porque el Señor te
regala la vida para que la vivas en plenitud.
Hoy, el reto
del amor es hacer un rato de oración y descubrir: ¿qué herramientas necesitas?
¿Dónde te has atascado? Pídele a Jesús que te muestre el camino, en Cristo
siempre hay esperanza.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
23 enero 2025
Fuente: Dominicas de Lerma