Mont Saint Michel. | Crédito: Shutterstock |
El P. Pierre
Doat, rector del santuario del Mont Saint Michel en Francia desde septiembre de
2023, describe su papel como el de alguien inmerso en el asombro cotidiano y en
marcado contraste con el mundo occidental secular, donde la desintegración
social y la cultura de la muerte revelan un profundo desencanto.
Desde su
llegada a este lugar emblemático de la cristiandad, que es en realidad una isla
mareal de Normandía, este joven sacerdote de la Comunidad de San Martín,
asociación clerical pública de derecho pontificio, ha sido testigo de primera
mano de la poderosa fuerza evangelizadora de San Miguel Arcángel. Basándose en
esta rica experiencia, recientemente ha escrito Le
Roman des Anges, una novela que describe el encuentro entre Arnaud,
un joven abogado que se debate entre el sentido de la vida, y su ángel de la
guarda en el momento de su muerte.
A través del
relato de diversos capítulos de la vida del joven protagonista, el autor
destila las enseñanzas de la Iglesia sobre el mundo celestial y el papel de los
ángeles a lo largo de la peregrinación terrena del ser humano, desde la
concepción hasta el paso a la vida eterna.
El P. Doat cree
que esta forma de narrativa ficticia tiene buena aceptación entre el público
occidental, que a menudo ve el mundo angelical con distanciamiento o no lo toma
en serio.
Exaltando la
sed de trascendencia
“Debido a los
excesos del racionalismo occidental moderno, que también llevaron a la Iglesia
Católica Romana a descuidar toda una parte de la enseñanza de la fe, todo lo
que tenga que ver con lo angelical puede parecer poco serio, más aún porque es
difícil transmitir la fe católica de una manera simple y realista sobre este
tema”, dijo el P. Doat al National Catholic Register.
Si bien ha
visto un creciente interés en las figuras angelicales entre los jóvenes, tanto
cristianos como no cristianos, señala que esta fascinación a menudo se basa más
en el esoterismo que en la teología católica, lo que resalta la necesidad de
una reevangelización.
“Esta
fascinación es, sin duda, el resultado del fracaso del materialismo, que se ha
hecho evidente en los últimos años, ya que se ha hecho creer a la gente que el
mundo invisible ya no importa, que para ser feliz sólo hay que tener una casa
bonita y un coche. Ahora mucha gente se ha dado cuenta del impasse de esta
visión del mundo y se está volviendo mucho más receptiva a la cuestión de los
ángeles, que fácilmente abre la puerta a la trascendencia en sus vidas”,
continuó.
Prueba de ello
es el éxito inesperado que han tenido sus sesiones de enseñanza sobre
angelología cristiana en el santuario del Mont Saint Michel en los últimos
años, que han atraído a multitudes de todos los ámbitos sociales.
Paralelamente a
esta experiencia de campo, mientras intentaba abastecer la librería del
santuario, se dio cuenta de que faltaba literatura suficientemente accesible
para el público general.
“A menudo hay
libros de teología muy intelectuales, o libros devocionales que sólo atraen a
personas que ya están convencidas, así que tuve la idea de producir algo un
poco diferente para difundir las enseñanzas sobre los ángeles de una manera
‘indolora’, sin que la gente se dé cuenta”, dijo el joven rector.
Vector de
reencantamiento
Basándose en
sus años como misionero en Cuba en la década de 2010, donde desarrolló su
carisma pastoral, el P. Doat conecta fácilmente con los visitantes del
santuario y experimenta pequeños milagros a diario, particularmente a través de
las confesiones.
A menudo ha
sido testigo de cómo los visitantes adultos se sienten naturalmente atraídos al
sacramento de la reconciliación, incluso después de décadas de no confesarse.
Recuerda en particular a un joven de unos 30 años que, al no haberse confesado
desde su Primera Comunión hacía más de 20 años, se acercó instintivamente al
confesionario después de ver entrar a otra persona. Su iniciativa inspiró
entonces a su joven esposa, seguida por sus padres, abuelos y suegros, todos
ellos redescubriendo la confesión por primera vez en décadas.
“Hay un vínculo
muy fuerte entre San Miguel y la misericordia, que se refleja en todas las
historias de las apariciones del arcángel”, dijo.
Reflexionando
sobre la descristianización generalizada en Occidente, que según él hace poco
para fomentar las apariciones celestiales, el rector señaló que no es
coincidencia que las apariciones más recientes reconocidas por la Iglesia, en
particular la de la Virgen María con el Arcángel Gabriel en Ile Bouchard,
Francia, en 1947, fueran a niños.
“Al parecer, en
Occidente, las únicas personas que todavía son capaces de ver ángeles son los
niños, porque aún no están consumidos por el materialismo y el racionalismo, y
aún tienen una visión encantada del mundo”.
En su opinión,
la desaparición gradual de los ángeles de la conciencia occidental en los
últimos siglos refleja un desencanto cada vez más profundo del mundo, una
tendencia acelerada por el humanismo ateo.
Esta
cosmovisión ha cegado a los seres humanos ante el hecho de que, en el orden
natural perfecto creado por Dios, seres benévolos velan por ellos. Su novela
fue diseñada para recordarles esto a los lectores, señalando que la amistad con
los ángeles “abre nuestros corazones a lo invisible”, haciéndonos crecer en
amistad con Dios y otorgándonos una visión más celestial del mundo.
Tomando
inspiración de Oriente
Este fenómeno,
señala, es mucho menos frecuente en Oriente, donde los cristianos tienen una
visión cosmológica de la salvación que “los preserva de la mentira del
materialismo”. Por ello, considera que, a diferencia de los occidentales, que
tienden a tener una visión más bien individual de la salvación, los católicos
orientales y los ortodoxos adoptan una visión más comunitaria y cosmológica.
“Cuando la
tradición está impregnada de himnos bizantinos que hablan de la creación
visible e invisible —ángeles, árboles, flores y pájaros, etc.— no se pierde de
vista el hecho de que el cielo no es para esta tierra”, dijo, convencido de que
los cristianos occidentales harían bien en inspirarse más en sus hermanos
orientales, que también tienen una forma mucho más elaborada de devoción a San
Miguel.
La dimensión
consoladora del arcángel, por ejemplo, es un aspecto poco conocido hoy en
Occidente, pero sigue siendo central en la devoción popular oriental.
“San Miguel
‘psicopompo’, ‘psicostasis’, San Miguel consolador… Dejamos eso de lado y
redujimos al arcángel a una especie de luchador, un trozo de cuerpo musculoso
con armadura. Sin embargo, todos estos aspectos estaban presentes en la
tradición occidental del primer milenio”, continuó el P. Doat.
En su opinión,
recuperar la riqueza de esta devoción ancestral es tanto más beneficioso cuanto
que fomenta la unidad cristiana, ya que incluso algunos protestantes son
devotos de San Miguel Arcángel.
“Tenemos aquí
un auténtico tesoro común, que debemos cuidar”, concluyó, “y mi misión como
custodio de una joya cristiana milenaria es precisamente enriquecerla allí
donde sea posible”.
Traducido y
adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el National
Catholic Register.
Por Solène Tadié
Fuente: ACI Prensa