UNA IGLESIA QUE SE ENSUCIA CON BARRO PARA SERVIR

Con sotana y hábito entre el fango, y sin dejar las parroquias, cientos de fieles se afanan en paliar las consecuencias de la DANA. En algunas diócesis se ha dedicado la colecta de este domingo a los afectados

Foto: Archidiócesis de Valencia. Dominio público
El Cristo yacente de la parroquia de San Jorge, en Paiporta, es el símbolo del dolor en esta localidad valenciana. Su párroco, Gustavo Riveiro, explica que «su imagen, con el rostro lleno de barro, nos recuerda a los más de cien fallecidos en Paiporta, a la cantidad de desaparecidos aún no cuantificables, y a sus familias, que es la verdadera tragedia, la de las personas que han perdido la vida».

El sacerdote recuerda que todo lo material se recuperará, cuando sea posible, y que a ello están contribuyendo los centenares de voluntarios que se han movilizado. La tarea se va haciendo «cubo a cubo» en un lugar donde el agua superó los dos metros de altura.

La Iglesia que se ensucia, como pedía el Papa hace algunos días, es la que estos días está dando el callo tras la DANA. Lo están demostrando las parroquias de barrios como La Torre. Otros templos han quedado totalmente inutilizados, pero eso no ha detenido a sus feligreses. Las parroquias valencianas y todos los movimientos de la diócesis siguen colaborando en la ubicación de centros de recogida de ropa, alimentos y artículos de necesidades básicas.

La imagen de varios sacerdotes y religiosas con sus hábitos y alzacuellos manchados de barro es la de esa Iglesia que no espera sentada. Son el padre Federico Ferrando y la hermana Fons, acompañados de jóvenes de distintos movimientos y parroquias. Un sacerdote diocesano, tres alumnos de los colegios de Fomento de Valencia y una religiosa de la familia del Verbo Encarnado. El sacerdote es de Paiporta y ahora sirve como coadjutor de la parroquia de San Pascual Bailón, de Valencia. Su familia se ha salvado, aunque ha perdido todo. Pala en mano, él ha vuelto a su barrio para limpiar y consolar al que lo necesite.

Mención aparte merece la labor de Cáritas Valencia y todos sus voluntarios. Desde hace unas horas han comenzado a llevar alimentos y otros enseres como mascarillas, guantes y productos de limpieza a las zonas más afectadas. Están organizando los espacios de Cáritas para acoger a las personas más vulnerables que las distintas Cáritas parroquiales ya acompañaban antes de esta catástrofe natural. Incluso algunos municipios han solicitado a Cáritas que sea el referente en el apoyo y acompañamiento a personas mayores con movilidad reducida.

Y no solo en Valencia. Cáritas en Cuenca y Albacete también está acompañando material y espiritualmente a los afectados por la DANA en estas zonas. Es posible colaborar con su tarea mediante una donación a través de la página www.caritas.es. Empresas, particulares y entidades eclesiales como CONFER, que ha donado 30.000 euros, ya han hecho su aportación a Cáritas Española.

Muchas parroquias de España han dedicado la colecta de este domingo a las víctimas de la DANA. Por citar alguna, las de Santa María, de Cangas de Onís; las parroquias de la diócesis de Getafe; y las parroquias de de Arnes, Horta y Pinell de la diócesis de Tortosa. El Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla también ha puesto en marcha una campaña de recogida de fondos para los afectados. La archidiócesis de Mérida-Badajoz, por su parte, ha enviado un donativo de emergencia de 5.000 euros a la archidiócesis de Valencia, y otros 5.000 euros a la de Albacete. En la archidiócesis de Valencia, la colecta del Día de la Iglesia Diocesana, el 8 y 9 de noviembre, irá destinada íntegramente para las víctimas.

Fuente: Alfa y Omega