Durante los primeros días de noviembre podemos ayudar a las almas de nuestros familiares difuntos a dejar el purgatorio, ganando la indulgencia plenaria para ellos
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Para quienes
peregrinamos en este mundo, se abre una gran oportunidad de ayudar a las almas
del purgatorio, sobre todo si se trata de nuestros familiares.
La
indulgencia plenaria
En estos días
en que celebraremos a los Fieles Difuntos, podremos ganar la indulgencia
plenaria para ellos. ¿Cómo podemos hacerlo?
El Enchiridion indulgentiarum Manual de indulgencias
dice en el número tres que:
"Cualquier
creyente puede obtener indulgencias, parciales o totales, ya sea para sí mismo,
o solicitarlas al difunto mediante sufragio".
Pero entendemos
que, para obtenerla, hay que llenar algunos requisitos, que mencionaremos a
continuación.
Ocho días de
noviembre
Primero, hay
que destacar que este privilegio podrá ganarse del 1 al 8 de noviembre. Para
ello, hay que realizar algunas obras especiales.
Al respecto, el
padre Miguel Ángel Hernández comenta a Aleteia que podrá ganarla "quien
visite devotamente un cementerio y haga oración por los difuntos, aunque sea
solo mental".
Agrega que,
otra obra que se puede realizar, es visitar una Iglesia u oratorio, rezando un
Padre nuestro y un Credo, pero aclara que esto será únicamente el día de la
conmemoración de los Fieles Difuntos o en la solemnidad de todos los Santos.
Cabe destacar
que para que la indulgencia plenaria se alcance efectivamente, también hay que
comulgar sacramentalmente, y si no se está en gracia, confesarse, pues el
pecado mortal impide al fiel obtener la indulgencia y comulgar.
Indulgencias
parciales
El sacerdote
explica que también se conceden indulgencias parciales, aplicables nada más a
las almas del purgatorio.
Estas se
conceden "al fiel cristiano que visite devotamente cualquier día el
cementerio y haga oración mental por los difuntos" (no. 13).
Además, las
indulgencias parciales pueden obtenerse varias veces al día.
Aprovechar
estos días
Un punto
importante que comenta el presbítero es que "es interesante que el manual
de las indulgencias, en los primeros números, nos comenta que la indulgencia
plenaria no se concede de manera regular para que no se
malbarate su gran valor".
Por ello, quien
aprovecha eficazmente este momento de gracia ayuda en gran manera a que sus
familiares difuntos terminen su purificación.
Para concluir,
el padre Miguel Ángel destaca que "hay que recordar que el fin de las
indulgencias es hacer obras de caridad o de misericordia para alcanzar
nuestra salvación", lo que se cumple fielmente cuando rezamos por
nuestros hermanos de la Iglesia Purgante.
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia