La última promesa es impresionante, concreta, atrevida, dice el obispo
![]() |
ReL |
Santa Margarita María de Alacoque (1647-1690) es la
santa religiosa que hace 350 años experimentó las apariciones y mensajes
del Sagrado Corazón de Jesús en su convento de
Paray-le-Monial. En esas apariciones, Jesús le fue proclamando una serie de
promesas que han quedado bien establecidas en la devoción al Sagrado Corazón.
Con motivo del
mes de junio, dedicado al Sagrado Corazón, y en el marco del Jubileo
por los 350 años, la Televisión Diocesana de Toledo emitió en junio de 2024
una serie de catequesis en vídeo sobre el Corazón de
Cristo, y la número 15 la imparte el obispo de Alicante, José Ignacio Munilla,
desgranando estas 12 promesas.
Munilla explica
que en su pectoral (cruz de obispo que se lleva al cuello) tiene una
reliquia de Santa Margarita María, por la que siente cercanía y
afecto. Las promesas se refieren a aquellos que vivan la devoción al Sagrado
Corazón, las pronuncia Jesús en primera persona.
1.
"Pondré paz en sus familias"
En las familias
puede haber también luchas por el poder y el protagonismo, advierte Munilla,
pero eso se supera si una familia establece que quien reina en la casa es el
corazón de Jesús, "saber que hay un proyecto de amor que reina en la
familia y si la familia responde a un proyecto de amor entonces en esa familia
reinará la paz".
2. "Les
consolaré en las penas"
Munilla
recuerda que en ningún momento se promete que el devoto del Sagrado Corazón
vivirá sin penas, porque el cristiano, como Cristo, siempre llevará alguna
cruz, pero vivirán sus penas con consuelo, unidos íntimamente al
corazón de Jesús". "Jesús está conmigo y eso es lo principal
y eso me da consuelo", insiste el obispo. "Yo tengo donde reclinar mi
cabeza en medio de mis problemas si como el discípulo amado reclino mi
cabeza en el costado de Cristo", añade, recordando la promesa de Jesús
en el Evangelio: "Venid a mí los que estáis cansados y agobiados que yo os
aliviaré".
3.
"Seré su refugio seguro durante la vida y sobre todo en la hora de la
muerte"
Jesús anima a
confiarse y abandonarse en el Padre Dios, también al llegar la muerte. Como en
el Evangelio, "Jesús me enseña a decir 'todo está cumplido, a tus manos
encomiendo mi espíritu'", es una gran escuela para "abandonarnos
en manos del Padre".
4.
"Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas"
Munilla
advierte que aquí no se refiere a empresas mundanas por beneficio. "Un
devoto del corazón de Jesús hace las cosas buscando la gloria de Dios y
no la gloria propia, por eso Dios va a bendecir esas empresas", matiza.
5. "Los
pecadores hallarán en mi corazón la fuente de la Misericordia"
6. "Las
almas tibias se volverán fervorosas"
"La
tibieza, la mediocridad, es un cáncer y estamos llamados a tener un inmenso
deseo de santidad, a tener esperanza en que Dios cumplirá en nosotros ese
camino hacia la santidad que inició en el bautismo", afirma el obispo. La
imagen del Sagrado Corazón (un corazón con llamas, en fuego, muy vivo) combate
la frialdad y la rutina.
7. "Las almas fervorosas se elevarán a gran perfección"
Es bueno tener
fervor, deseo de Dios y descansar en Dios en la oración. Pero esta promesa de
"gran perfección" va más allá, implica purificar las
intenciones, algo de lo que ya hablaba San Juan de la Cruz, el gran maestro
místico castellano del siglo XVI.
8.
"Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones endurecidos"
Este es un gran
regalo para los sacerdotes, que mediante la predicación, el ejemplo de vida,
etc... intentan tocar corazones de personas distraídas y alejadas de Dios. El
Sagrado Corazón ayuda a "presentar el Evangelio ante el mundo de manera
que sea más atrayente", constata el obispo.
9.
"Bendeciré las casas en las que la imagen de mi Corazón se exponga y se
honre"
"Será un
honor poder dar a conocer a al mundo el amor de Jesús, poder decir a mi
hermano: Oye, ¿sabes que Dios te ama?, que los demás puedan conocer a través de
mi testimonio que Dios le ama y Dios le quiere entrañablemente'", asegura
el obispo, que anima a hablar y compartir lo que uno ha vivido ya en primera
persona.
11. "A
las almas consagradas a mi corazón les daré las gracias necesarias para su
estado"
Cada cristiano
tiene sus retos: el sacerdote, el casado, el consagrado, el viudo, el
soltero... Dios quiere ayudar a cada uno ya, pese a tal enfermedad o tal
situación, ya es posible recibir a Dios en el corazón.
12. "Mi
amor todopoderoso concederá a todos aquellos que comulguen por nueve primeros
viernes consecutivos la gracia de la perseverancia final, no morirán sin mi
gracia"
"Quizás es
la promesa más conocida y difundida de las doce", constata el
obispo. "Es una promesa impresionante. Yo desde pequeño la recibí
en mi vida y varias veces recuerdo que, antes de ir al seminario, ya
en mi familia me acompañaron para vivir los primeros viernes de mes, esa gracia
de confesarnos y comulgar", explica el obispo.
"¿Cómo
el Señor se ha atrevido a hacer una promesa tan concreta, tan atrevida?",
plantea Munilla. Él piensa que Jesús quiere agradecer a quien le acompañe esos
viernes, en reparación por su sufrimiento en Getsemaní, cuando dijo "velad
y orad" y comprobó que sus discípulos no le acompañaban en su angustia.
Es además una
variante de la promesa que Cristo ya hace en el Evangelio: "Si tú me
confiesas a mí delante de los hombres, yo también te confesaré a ti delante del
Padre". "No me cabe la menor duda que es una promesa cumplida en
muchas almas", asegura Munilla.
El obispo
finaliza considerando las 12 promesas "una caricia suave llena de la
misericordia de Dios que camina junto a nosotros".
En el vídeo
de la Televisión Diocesana de Toledo, de 18 minutos, el obispo Munilla desgrana
las 12 promesas de Jesús a los que sean devotos del Sagrado Corazón:
En este vídeo de la Televisión Diocesana de Toledo, una familia explica como viven la entronización del Sagrado Corazón en su casa:
Jesús M. C.
Fuente:
Religión en Libertad