Nuestro pan de cada día
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Uno de mis
nuevos oficios es el de “panadera”. Dicho así, parece que me levanto a las
cinco de la mañana para amasar el pan y cocerlo... gracias a Dios, es mucho más
sencillo; se trata de pan ya precocido y congelado. Mi labor consiste en
calcular aproximadamente el pan que consumiremos, descongelar la cantidad
adecuada y, luego, hornearlo.
Es complejo
hacer el cálculo, porque no todos los días se consume la misma cantidad;
depende de varios factores. Sin embargo, tampoco puedes quedarte justo, porque
entonces, seguro, faltará...
Tenemos un
arcón lleno de pan, pero solo el que saco y horneo se puede comer. Lo demás
simplemente está almacenado.
Esto me
recuerda a nuestro corazón. Siempre estamos llenos de buenos deseos, de ganas
de amar al Señor y a los demás, de grandes ideas por realizar, de enormes
talentos en potencia... El Señor los ha puesto en nosotros; es un regalo. Pero,
al igual que con el pan, es necesario descongelarlos, hornearlos y tenerlos
listos para servir cada día.
Tenemos mucho
para dar en nuestro interior, pero también en esto necesitamos aprender a
elegir. No podemos consumir todo el pan del arcón en un solo día; tendríamos
que acabar dándoselo a los pájaros. Así también, cada día se nos presenta una
elección: recordar cuál es nuestra prioridad y, desde ahí, “hornear” todo lo
necesario.
A veces
confundo cuál es la prioridad, pensando que son las cosas que tengo que hacer.
Sin embargo, el Señor se ocupa siempre de recordarme que la única prioridad es
Él: vivir de Él y buscar vivir desde el Amor. Porque lo que tenemos por
prioridad es la masa de la que está hecho nuestro pan, el que después
hornearemos y repartiremos en este día. Él es “la masa” que verdaderamente
alimenta, y con Él, todo lo que hagamos estará lleno de Su huella.
Hoy, el reto
del amor es redescubrir mi prioridad. Que hoy sirvas tu pan, hecho con la masa
del Señor.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
30 octubre 2024
Fuente: Dominicas de Lerma