Vocaciones, conversiones y obras de caridad, fruto de la cercanía a la Virgen
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Santuario y Virgen de Medjugorje. Dominio público |
Sobre el tema los "presuntos
mensajes", hemos presentado aquí las precauciones que
propone el Dicasterio.
Pero ¿cuáles son esos frutos
"claramente verificados"?
De forma resumida, al repasar el
documento, vemos que son:
El documento empieza analizando los
frutos de Medjugorje, que considera buenos, y los enumera:
Ir en persona es importante
El documento relaciona los frutos
con el ir en peregrinación allí. Esos frutos, insiste el
texto, "se producen, principalmente, en el contexto de las
peregrinaciones a los lugares de los hechos originales, más
que durante los encuentros con los “videntes” para asistir a las presuntas
apariciones".
El documento vaticano valora los
"lugares de los hechos originales", pero también la "intensa
pastoral cotidiana de la parroquia de Medjugorje".
Alaba que en la parroquia
"podemos observar cada día el rezo de varias partes del Rosario, la Santa
Misa (con numerosas celebraciones incluso durante los días no festivos), la
adoración del Santísimo Sacramento, numerosas confesiones. Fuera de la Iglesia
parroquial se encuentran dos viacrucis, un gran salón para la
catequesis y una capilla para la adoración".
Alaba también el esfuerzo
evangelizador añadido a la pastoral ordinaria de la parroquia, que incluye:
Muchas vocaciones en época de sequía
vocacional
Otro fruto que importa mucho en Roma
son las vocaciones al sacerdocio o a la vida consagrada. "Algunas
personas fueron allí para conocer la voluntad de Dios en sus vidas, otras sólo
por curiosidad o sin creer en absoluto. Un cierto número de personas afirman
haber recibido la gracia de la vocación bajo un fuerte deseo de
entregarse totalmente a Dios en el monte de las supuestas apariciones,
otras en el contexto de la adoración ante el Santísimo", detalla el texto.
"Algunos sienten que han
recibido en Medjugorje la confirmación decisiva de una vocación
madurada hace tiempo. Hay también otros muchos casos de descubrimiento
de una vocación particular fuera de Medjugorje, pero en el contexto de grupos
inspirados por su espiritualidad y de la lectura de libros en torno a
esta experiencia", añade el documento vaticano.
En una época de sequía vocacional y
de falta de radicalidad en la vida, las vocaciones que se suscitan en
Medjugorje aparecen como un signo poderoso de la acción del Espíritu Santo.
Cambio de vida radical
Otros frutos abundantes son las
"verdaderas conversiones de personas alejadas de Dios y de la Iglesia, que
han pasado de una vida marcada por el pecado a cambios
existenciales radicales orientados al Evangelio".
Muchos sienten que en Medjugorje
aumenta su fe, o desde allí desean "entregarse profundamente al servicio
de Dios en obediencia a la Iglesia o a un mayor compromiso en la vida de la fe
en la propia parroquia de origen".
Otro fruto que Roma valora es que
"en muchas naciones del mundo han surgido muchísimos grupos de
oración y devoción mariana, inspirados por la experiencia
espiritual de Medjugorje".
Las obras de caridad surgidas de Medjugorje
También se valoran en Roma las
"obras de caridad en diversas comunidades y asociaciones,
especialmente las que se ocupan de huérfanos, drogadictos, alcohólicos, niños
con diferentes problemas y discapacitados".
Un efecto entre los jóvenes
A Roma también le ha impresionado el
efecto de Medjugorje entre los jóvenes. Así, dice el texto,
"particularmente notable es la presencia de muchos jóvenes, de
parejas jóvenes y de adultos, que redescubren en Medjugorje la fe
cristiana a través de la Virgen: esta experiencia los orienta hacia Cristo en
la Iglesia. Un testimonio de la fuerte presencia de los jóvenes en Medjugorje
son los Festivales de la Juventud anuales".
Además, "más allá de estos
frutos concretos, el lugar se percibe como un espacio de gran paz, de
recogimiento y de piedad sincera y profunda que contagia", añade
el texto, como buscando superar lo extraordinario y resalta ese elemento de paz
y recogimiento.
Por eso, el dicasterio habla de
"un cuadro sintético de frutos positivos vinculados a esta experiencia
espiritual que, entretanto, se han separado de la experiencia de los supuestos
videntes, que ya no se deben percibir como mediadores centrales del “fenómeno
Medjugorje”, en medio del cual el Espíritu Santo obra tantas cosas bellas y positivas".
P. J. Ginés.
Fuente: ReL