Los jóvenes y adolescentes de nuestro tiempo enfrentan retos, pero también miedos, así es que los santos de su edad pueden ayudarles con un mensaje de esperanza
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Źródło: carloacutis.com |
Los jóvenes y
adolescentes de esta época enfrentan muchos retos en sus vidas, relacionados
con decisiones cruciales como qué carrera elegir, cómo generar ingresos para
tener una estabilidad financiera, vivir en pareja, casarse o tener hijos; algo
que los santos de su edad tuvieron que hacer también.
Por eso,
recordamos al beato Carlo
Acutis, a la beata Chiara Badano, a la venerable Chiara
Corbella y al siervo de Dios Pierangelo
Capuzzimatti, jóvenes héroes de la fe que libraron una batalla encarnizada
en contra del cáncer, una de las enfermedades más temidas por la humanidad.
Ellos tienen un
mensaje de esperanza para los chicos de esta generación.
Por eso,
recordamos al beato Carlo
Acutis, a la beata Chiara Badano, a la venerable Chiara
Corbella y al siervo de Dios Pierangelo
Capuzzimatti, jóvenes héroes de la fe que libraron una batalla encarnizada
en contra del cáncer, una de las enfermedades más temidas por la humanidad.
1. Sin miedo al dolor
En este tiempo,
en que nadie quiere sufrir, se busca remedio para evitar cualquier molestia,
perdiendo de vista que el dolor es necesario para dominar el mal y el pecado.
Estos santos
jóvenes lo comprendieron y supieron que se les presentaba una oportunidad para
purificarse.
Descubrieron en
el sufrimiento una vía de santificación al ofrecerlo a Cristo, sin miedo a
padecer ni a morir, porque Él los sostenía en sus brazos.
2. Completo
abandono a Dios
Cuando supieron
de su enfermedad, pudieron enfrentarla con fortaleza porque decidieron
abandonarse completamente a la voluntad de Dios.
Con ello dieron
un mensaje de confianza en la providencia divina, comprendiendo que los
designios del Señor son mejores que los del ser humano.
3. Alegría ante
la adversidad
Las
dificultades de la vida no apagaron su alegría. Como jóvenes, disfrutaban de la
música, los juegos y las amistades.
Indudablemente,
en algún momento lloraron y sintieron tristeza, pero la fe les ayudó a
sobreponerse y a continuar con el reto de abrazar su cruz de la misma manera
que lo hizo su amigo Cristo, con buen ánimo y sonriendo hasta el final de sus
días.
4. Firmeza en sus
compromisos terrenales
La cercanía de
la muerte no les hizo abandonar sus actividades, con las que dieron gloria a
Dios y edificaron a quienes convivieron con ellos. A través de ellas dieron
testimonio de compromiso profundo con lo que hacían antes de partir de este
mundo.
Chiara Corbella
se casó y tuvo dos hijos que murieron tempranamente por malformaciones. Al
estar embarazada por tercera vez, recibió un diagnóstico de cáncer y decidió
continuar con su embarazo sin recibir tratamiento para no exponer al hijo que
llevaba en su vientre. Murió a los 28 años al lado de su esposo y su pequeño
bebé.
Carlo Acutis
(15 años), Pierangello (17 años) y Chiara Badano (18 años) estudiaban y tenían
actividades como cualquier joven; además se preocupaban por su comunidad, que
no dejaron de frecuentar sino hasta que la enfermedad ya no se los permitió.
Estuvieron dedicados todo el tiempo a cultivar su relación con Dios y la Virgen
María.
Como puedes
darte cuenta, los jóvenes que entienden que no hay nada que valga la pena en la
vida si Dios no está presente en ell, pueden alcanzar la santidad y convertirse
en modelos a seguir para jóvenes de muchas generaciones que, quizá sin saberlo,
también buscan el cielo.
Mónica Muñoz
Fuente: Aleteia