El Papa Francisco alentó a que, en las familias, papá y mamá puedan compartir tiempo con los hijos para hacer crecer el amor; y advirtió del peligro del activismo, de la posibilidad de caer en “la dictadura del hacer”.
El Papa Francisco en el rezo del ángelus. Crédito: Captura Youtube Vatican News. Dominio público |
El Papa Francisco advirtió que, en la vida cotidiana, “el
entusiasmo por llevar adelante la misión o el trabajo, así como el papel y las
tareas que nos son confiadas nos hacen víctimas del activismo, y esto es una
cosa fea: tan preocupados por las cosas que hacer y por los resultados”.
“Es una advertencia importante para nuestra vida, para nuestra
sociedad a menudo prisionera de la prisa, pero también para la Iglesia y para
el servicio pastoral: hermanos, hermanas, ¡estemos atentos a la dictadura del
hacer!”, continuó.
El Papa Francisco refirió que “esto puede suceder por necesidad,
también en las familias, cuando por ejemplo el papá, para ganarse el pan, se ve
obligado a ausentarse por el trabajo, teniendo así que sacrificar el tiempo que
dedica a la familia. Con frecuencia sale rápido en la mañana, cuando los niños
todavía están durmiendo, y vuelve tarde en la noche, cuando ya están
acostados”.
“Y esta es una injusticia social: en las familias papá y mamá
deberían tener el tiempo para compartir con los hijos, para hacer crecer este
amor familiar y no caer en la dictadura del hacer”, lamentó.
“Pensemos qué cosa podemos hacer para evitar que las personas se
vean obligadas a vivir así”, alentó el Santo Padre.
El Papa Francisco remarcó asimismo que “el descanso propuesto
por Jesús no es una fuga del mundo” y preció que “solo si aprendemos a
descansar podemos tener compasión”.
“De hecho, es posible tener una mirada de compasión, que sabe
reconocer las necesidades del prójimo, solamente si nuestro corazón no está
consumado por el ansia del hacer, si sabemos detenernos y, en el silencio de la
adoración, recibir la gracia de Dios”.
Las preguntas del Papa Francisco para ti este domingo 21 de julio
Por lo tanto, continuó el Santo Padre, “podemos preguntarnos:
¿se detenerme durante mis jornadas? ¿Se tomarme un momento para estar conmigo
mismo y con el Señor, o estoy siempre sumido en la prisa de las cosas por
hacer?”.
“¿Sabemos encontrar un poco de 'desierto' interior en medio al
ruido y a las actividades de cada día?”, cuestionó.
Para concluir, el Papa Francisco rogó para que
“la Virgen Santa nos ayude a ‘descansar en el Espíritu’ también en medio de
todas las actividades cotidianas, y a ser disponibles y compasivos para con los
otros”.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente: ACI