LOS OBISPOS ESPAÑOLES APRUEBAN EL PLAN DE REPARACIÓN A LAS VÍCTIMAS

«Cuando los caminos legales se han cerrado para las víctimas», la Iglesia «quiere mantener la puerta abierta a escucharlas y responder con un plan de reparación integral», ha dicho el presidente de la CEE al cierre de la Asamblea Plenaria

Clausura de la Asamblea Extraordinaria. Foto: CEE.
Dominio público
La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española ha aprobado definitivamente el Plan de reparación integral a las víctimas de abusos, conocido como PRIVA, que se centra en los casos de abusos sexuales que hayan prescrito o en los que el victimario haya muerto. Asimismo, los obispos españoles han aprobado las líneas que orientan la acción de la Iglesia en relación a los abusos sexuales, el propio plan y los criterios orientadores de este plan.

El presidente del episcopado español ha reconocido que «nada de esto puede sanar por si mismo el dolor que las víctimas han sufrido a lo largo de décadas», pero «queremos seguir en este impulso decidido por acogerlas, acompañarlas y repararlas». El documento, eso sí, se trata de «un plan subsidiario cuando ya se ha acabado la vía jurídica», ha recalcado Argüello al cierre de la Asamblea Plenaria. En esos casos, «cuando los caminos legales se han cerrado para las víctimas», la Iglesia «quiere mantener la puerta abierta a escuchar a cualquier víctima y responder con un plan de reparación integral».

El documento determina la creación de una comisión asesora que elaborará unas recomendaciones de reparación. Se trata de unas pautas no obligatorias. Serán las diócesis y las entidades religiosas las que decidan si implementarlas o no. «Queríamos dotarnos de unos criterios comunes», que sin embargo no son definitivos porque se trata «de un documento abierto. Se incorporarán elementos surgidos de una escucha» amplia, tanto a «las asociaciones de víctimas o, por ejemplo, los informes» —como el del Defensor del Pueblo o del bufete Cremades— que «tanto nos están ayudando», ha dicho el presidente de la CEE.

Preguntado sobre la no obligatoriedad del plan, el purpurado ha comentado que «la Conferencia Episcopal no tiene la capacidad jurídica para obligar a las diócesis a implementar este plan». «Yo no soy el jefe de los obispos». Por eso «se trata de una obligación moral».

Respeto a las Administraciones

Por último, Argüello ha vuelto a «pedir perdón a las víctimas» y ha exigido «respeto, tanto a la sociedad como a las administraciones», para «las reglas de funcionamiento de la Conferencia Episcopal». Cabe destacar que el Gobierno ha tratado de contraprogramar la Asamblea Plenaria extraordinaria de la CEE, que ha aprobado el PRIVA, organizando este lunes una reunión con distintas asociaciones con víctimas y aprobando este martes un decreto sobre delitos sexuales.

Ante los movimientos del Ejecutivo, a través del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, quien ha llegado a decir que no va a permitir este plan y que se trata de una decisión unilateral de las víctimas, el también arzobispo de Valladolid ha reconocido esta unilateralidad e incluso la ha defendido. «Claro que sí, porque es nuestra obligación moral y hacemos esto de motu proprio». De hecho, para Argüello «las declaraciones del ministro, que parecen un reproche, en realidad es un reconocimiento para nosotros».

«Nos hemos ido sensibilizando»

En la rueda de prensa, también ha participado Jesús Díaz Sariego, presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), quien ha destacado que «en la medida en la que hemos ido escuchando a las víctimas nos hemos ido sensibilizando con el daño que algunos miembros de la Iglesia les han realizado».

Esta sensibilización «ha cambiado también nuestro modo de proceder», ha añadido Díaz Sariego, quien ha destacado que «las congregaciones y las diócesis han elaborado distintos protocolos, más y mejor formación o vivir en prevención».

José Calderero de Aldecoa

Fuente: Alfa y Omega