¿HAY ALGÚN BENEFICIO AL RECIBIR LA SAGRADA COMUNIÓN?

El beneficio principal de recibir la Sagrada Comunión es una unión más profunda con Jesucristo, siempre que nuestros corazones estén abiertos a esa unión

Pascal Deloche / Godong

Muchos de nosotros recordamos que nos enseñaron a asistir a Misa todos los domingos y recibir la Sagrada Comunión tan a menudo como fuera posible, pero puede que no siempre recordemos el motivo para hacerlo.

Recibir la Sagrada Comunión no es una obligación ni una regla más a seguir, sino una práctica fomentada para nuestro propio beneficio espiritual.

Unión con Jesucristo

A veces puede ser fácil olvidar que la Sagrada Comunión tiene como objetivo la unión con Jesucristo.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda este fruto o beneficio primario de la Sagrada Comunión:

La Santa Comunión aumenta nuestra unión con Cristo. El fruto principal de recibir la Eucaristía en la Santa Comunión es la unión íntima con Cristo Jesús. En efecto, el Señor dijo: «El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él». La vida en Cristo tiene su fundamento en el banquete eucarístico: «Como me envió el Padre que vive, y yo vivo por el Padre, así también el que me come vivirá por mí».

CIC 1391

Cuando recibimos la hostia consagrada en nuestro cuerpo, recibimos a Jesucristo mismo, cuerpo, sangre, alma y divinidad.

Si nuestro corazón está abierto y dispuesto a recibir a Jesús, seremos llevados a una unión aún más profunda con Él en la Sagrada Comunión.

Recibir la Sagrada Comunión también puede incrementar diversas gracias espirituales en nuestra alma, así como el consumo de alimentos cubre nuestras necesidades materiales:

Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la Santa Comunión lo realiza maravillosamente en nuestra vida espiritual. La comunión con la carne de Cristo resucitado, una carne "vivificada y vivificante por el Espíritu Santo", conserva, aumenta y renueva la vida de la gracia recibida en el Bautismo. Este crecimiento en la vida cristiana necesita el alimento de la Comunión eucarística , el pan para nuestra peregrinación hasta el momento de la muerte, cuando nos será dado como viático.

CIC 1392

La recepción frecuente de la Sagrada Comunión puede ayudar a aumentar estos beneficios, acercándonos cada vez más a nuestro objetivo final de unión con Jesucristo.

Philip Kosloski

Fuente: Aleteia