Unos 50.000 monaguillos europeos peregrinan a Roma, donde serán recibidos por Francisco. En anteriores encuentros, el Pontífice les instaba a ser constructores de paz cada día
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Vatican Media. Dominio público |
Los
monaguillos estarán en Roma desde este lunes, 29 de julio y hasta el 3 de
agosto, en una peregrinación organizada por la asociación 'Coetus
Internationalis Ministrantium', y que alcanza su XIII edición bajo el lema
'Contigo', una expresión tomada del libro de Isaías, tal y
como informó la Conferencia Episcopal Alemana en un comunicado de prensa el
pasado 2 de julio.
Francisco, a los monaguillos en
2022: “No avergonzaros de servir ante el altar”
El
último encuentro del Papa Francisco con los monaguillos tuvo lugar a finales de
agosto de 2022, en aquella ocasión procedentes de Francia, a
los que invitó a ser testigos de su fe ante los demás.
“Habéis
elegido ser ministros, y quiero agradeceros de corazón los esfuerzos, y a veces
los sacrificios, que aceptáis para dedicaros a este compromiso como
monaguillos, mientras muchos de vuestros otros amigos
prefieren dormir los domingos por la mañana o hacer deporte”, expresaba
hace dos años el Pontífice.
De
esta manera, instaba al grupo de 2.500 monaguillos franceses, reunidos en el
Aula Pablo VI del Vaticano, a no avergonzarse “de servir ante el
altar, aunque estés solo, aunque estés creciendo. Es un honor
servir a Jesús cuando ofrece su vida por nosotros en la Eucaristía”.
El
Papa también animó al grupo a crear amistades reales en lugar de virtuales y a
permanecer cerca de sus familias.
El
Pontífice, a los monaguillos en 2018: “El camino de la santidad no es para
perezosos”
En
2018, en la que tuvo lugar la XII peregrinación internacional de monaguillos a
Roma, Jorge Mario Bergoglio pedía a estos jóvenes ser constructores
de paz cada día, empezando por el hogar: “¿En casa,
después de una pelea entre hermanos, me cierro en mí mismo, me hago el ofendido
o intento dar el primer paso? ¿Sé hacer la paz con pequeños gestos? Estoy
dispuesto a preguntarme: “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”, cuestionó.
A
su vez, recalcó que para ser constructores de paz no hacen falta tantas
palabras, sino que “lo más importante son los hechos, la
cercanía, el servicio y la mirada silenciosa ante el Santísimo Sacramento”.
“Hay
que esforzarse para hacer el bien siempre y convertirse en santos... el camino
de la santidad no es para perezosos. Hace falta esforzarse”, les recordó.
Fuente: ECCLESIA