El sacerdote José Luis Alfaya presenta el libro "Yo Isabel. Recuerdos de un reinado"
Mujeres relevantes
Cuando leía este libro pensé en un ejercicio sencillo. Me pregunté
cuál sería la mujer más importante de la historia, por sus obras, después, lógicamente,
de la Virgen María.
Si acudimos a Google y a la inteligencia artificial del
famoso Chat GPT, el resultado es el siguiente: Cleopatra, Hipatia, Marie Curie,
Amelia Earhart, Clara Campoamor, Coco Chanel, Isabel II de Inglaterra, Benazir
Bhutto, Simone de Beauvoir, Frida Kahlo… o Teresa de Calcuta.
Sin embargo, me parece que en
cualquier relación de mujeres relevantes en la historia debería encontrarse
siempre -incluso encabezándola- la Reina Isabel I de Castilla, a la que todos
conocemos como Isabel la Católica.
El historiador Manuel Fernández Álvarez, biógrafo de la Reina,
escribió que se trata de “uno de los más grandes personajes de nuestra
Historia, sino el más grande […]” y añadió que, junto a su esposo el rey
Fernando, “jamás el poder tuvo tan excepcionales mandatarios. De ahí
el milagro político que se iba a producir en España.”
El cardenal Ricardo
Blázquez dijo en su día que “la reina Isabel I de Castilla es una
figura extraordinaria y decisiva en la historia de España y en la historia de
la Iglesia. Así lo confirman, y cada vez más, los numerosos investigadores
dedicados seriamente a examinar y sopesar sus obras, sus decisiones, sus
cualidades y sus virtudes, hoy en gran parte aún no suficientemente conocidas o
mal interpretadas”.
Muestra de la relevancia de este personaje histórico es esta
novedad editorial escrita por el sacerdote José Luis Alfaya, con
prólogo del arzobispo de Granada, monseñor José María Gil Tamayo,
en el que dice que “Isabel, ya Sierva de Dios, va camino de los altares
podríamos decir, sin exagerar, ya desde su muerte. Las referencias a sus
virtudes entre los cronistas y escritores coetáneos son abundantes”.
Y concluye recogiendo las
palabras del historiador Modesto Lafuente: “No sé cómo no se halla el nombre de
la reina Isabel de Castilla en la nómina de los escogidos, al lado de San
Hermenegildo y San Fernando”. Confiemos y recemos para que un día sí sea
visible en el parecer de la Iglesia”.
Al autor de esta biografía de Isabel se le recuerda por su tesis
doctoral sobre la persecución religiosa en la Guerra Civil en Madrid. Ahora,
con notable estilo divulgativo, ha publicado esta biografía en la que destaca
el lado humano, las virtudes, lo referido a la vida ordinaria en la vida de
esta reina que está en proceso de beatificación. Ofrece una visión de conjunto
tanto de la personalidad, profundamente cristiana, de la reina como del
reinado.
En este sentido, a medida que
se va avanzando en el libro se van respondiendo a las clásicas objeciones que
se utilizan en contra del proceso de su beatificación.
Unas objeciones que no son nuevas y que ya están respondidas en la
amplísima bibliografía y en la documentación de la Causa de Beatificación. Por
lo tanto, si no hay objeciones nuevas, lo que hay son objeciones renovadas, es
decir, formulaciones propias de cada época.
En este sentido, por ejemplo, está ahora de moda la cuestión del
indigenismo como interpelación a la causa de beatificación. Por el contrario
hay que recordar que Isabel fue el origen del derecho de Indias con una
voluntad, claramente manifestada, de hacer entender que los habitantes
de los nuevos territorios descubiertos eran hijos de Dios y súbditos de la
Corona.
El responsable de la Causa de Beatificación de Isabel la Católica,
monseñor Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, señalaba no hace mucho que
“Isabel, mujer, católica, reina, puede hoy ser un estímulo importante para el
testimonio de vida cristiana en la integridad de dimensiones de la vida
personal y social”.
Descubrir el significado que tuvo su vida, su entrega en la
realización de una misión a ella encomendada, es tarea nueva siempre en cada
momento de la historia.
JOSÉ FRANCISCO SERRANO OCEJA
Fuente: ReligiónConfidencial