Estuvo un año de cautiverio entregado a la oración por sus enemigos, a los que no les guarda rencor
![]() |
El Padre Blanco Hans Joachim Lohre, en su visita a Obras Misionales Pontificias. Dominio público |
El padre Ha-Jo ha estado trabajando durante 26 años en Mali.
He pasado 11 años trabajando en parroquias, lo que eso significa en Mali, que
es un país musulmán, con un 75% de musulmanes. Alrededor
del 2-3% son cristianos -el 1% son católicos- y hay un buen número de personas que siguen la religión
tradicional africana.
“Padre, estás detenido”
Dar un sentido a la
situación
Por lo que había oído, sabía que trataban bien a la gente, como a
la hermana Gloria, que estuvo cuatro años y medio en manos de los yihadistas. Y
pensó: “Bien, sé dónde estaré durante los próximos seis o tres años, o cuatro
años y medio, que parece ser el promedio. Dos años es un mínimo, tal vez un
año, eso sería un milagro”.
Pensó también en Viktor Frankl, quien dijo: han sobrevivido a
los campos de concentración nazis no aquellos que se rebelaron o que odiaban a
las SS, no aquellos que renunciaron a rendirse, sino aquellos que lograron
darle un sentido a esa situación. Desde el principio, pensó: “El sentido
que le voy a dar a mi tiempo de cautiverio es que hoy comienzo mi año sabático. Así
que no tengo estrés con el trabajo, sino que tengo mucho tiempo para orar y
profundizar mi relación con Dios”.
"Somos
los buenos, somos de Al Qaeda"
Uno que estaba a su lado le dijo: “Padre, no tengas miedo.
Nosotros somos los buenos. Somos de Al Qaeda. No somos del Estado Islámico, que
mata gente. Te trataremos bien. No tengas miedo. Tú
tendrás todo lo que necesitas”. Y por la tarde, cuando llegamos al pequeño
campamento, habría cinco, seis. Y vino uno de los jefes con un gran saco de
ropa".
Afirma que siempre le trataron muy bien. Nunca hubo una sola mala
palabra o un mal gesto.
Cinco horas rezando al
día
Pasaba de cuatro a cinco horas rezando al día y decía misa.
Le traían pan recién horneado por la mañana, y lo usaba. No tenía vino,
por supuesto. Y con ello celebraba misa, e imaginaba para sus adentros que
estaba en una de las comunidades de Bamako y predicaba sobre el amor a los
enemigos: rezad por aquellos que os persiguen.
"Y realmente podría orar de todo corazón por ellos. Ellos no
son malas personas. Están equivocados, pero quieren lo mejor, quieren una
sociedad basada en las leyes de Dios tal como se encuentran en el Corán.
Quieren una sociedad donde no haya adulterio, ni robo, ni mentira",
expresa.
El 24 de diciembre por la tarde pidió una radio, e
intentó sintonizar algo, y encontró Radio Vaticano y pudo seguir la
misa de Navidad del Papa desde San Pedro. "Entonces realmente me sentí en
unión con la Iglesia".
Musulmanes rezando por el
padre Ha-Jo
Dos semanas después de su secuestro, en la radio, escuchó que
el presidente del Alto Consejo Musulmán, el Alto Consejo Islámico de Mali,
pedía la manifestación de todos los líderes religiosos para protestar contra la
inseguridad en Bamako porque habían secuestrado al padre Ha-Jo. Y después
alguien le dijo que, desde el principio, se había pedido a todos los
musulmanes que oraran por mí los viernes en la mezquita por la liberación de
padre Ha-Jo.
"Gracias a eso fui liberado después de sólo un año. Hasta ahora, nunca nadie había sido liberado después de sólo un año. Y especialmente el hecho de que pasé todo este tiempo en paz interior. Entonces, es realmente vivir la comunión de los santos. Esa fraternidad. Sí, me sentí realmente sostenido por las oraciones de tanta gente", dice.
"Merece la pena ser misionero"
A pesar de esta experiencia afirma que merece la pena ser misionero. "Nunca había sido más misionero que allí. Mi misión ya no era trabajar activamente para facilitar los encuentros en los diferentes grupos. Sino que mi misión era ahora rezar. Recé por el diálogo interreligioso. Recé por Iyad Ag Ghaly, recé por Amadu Koufa, por los líderes de Al Qaeda. Y sí, esa fue mi misión.
Y pensaba en todos esos jóvenes, porque son jóvenes. Entre ellos
tienen de 16 a 26 años. Ellos están todo el día escuchando el Corán. Todo el
día están escuchando sermones, todo el día escuchan canciones que exaltan la
yihad. Y yo pensaba: “Estas personas realmente intentan estar a la altura de lo
que está escrito en el Corán, en la Palabra de Dios”.
Fuente: ReligiónConfidencial