La bula papal es un documento sellado con plomo autentificada con el sello del Pontífice. ¿En qué casos los pontífices hacen uso de este documento?
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El próximo 9
de mayo el Papa Francisco dará a conocer la fecha exacta con
la que se da inicio al Jubileo 2025 que
tendrá lugar en Roma. Será a las 17.30h cuando el Pontífice argentino presidirá
en la Basílica de San Pedro la entrega y lectura de la Bula en la que anunciará
el día exacto en el que da comienzo el Jubileo, así como su conclusión.
De esta manera, el Papa
cumple con la tradición de anunciar la fecha el día de la Ascensión del año
previo a un año jubilar. Por tanto, el 9 de mayo el Santo Padre firmará
la bula de proclamación del Año Santo.
¿Qué es la bula papal y cuándo se emplea?
La bula papal
es un documento sellado con plomo autentificada con el sello del Pontífice. Con
motivo del Gran Jubileo del año 2000, Juan Pablo II convocó
este acontecimiento con la bula 'Incarnationis mysterium' ('El
Misterio de la Encarnación'), mientras que Francisco convocó el Jubileo
Extraordinario de la Misericordia entre los años 2015 y 2016 con la bula
'Misericordiae vultus' ('El rostro de la misericordia').
A esos
documentos se les llama 'bula' por tener un sello de plomo con la imagen
de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Esta bula o sello se unía al
documento por una cinta. A partir del siglo XIII el término 'bula' deja de
hacer referencia al sello para pasar a describir al propio documento.
Posteriormente, en el siglo XV
se reservó el uso del nombre 'bula' únicamente para los documentos papales que
se refieren a concesión de gracias. Las bulas comienzan con el nombre
del Papa (sin el numeral), seguido de su dignidad de Episcopus (obispo) y el
título de Servus Servorum Dei (siervo de los siervos de Dios). Por ejemplo, en
el caso de Francisco, es 'Franciscus, Episcopus, Servus Servorum Dei'.
El logo del Jubileo 2025
En junio de
2022 se dio a conocer en el Vaticano el logo ofical del Jubileo 2025, después
de que el Dicasterio para la Promoción de la Nueva Evangelización organizara un
concurso en el que se recibieron un total de 294 propuestas procedentes
de 48 países diferentes y edades muy diferentes (de 6 a 83 años).
El logo
elegido representa cuatro figuras estilizadas para indicar
la humanidad que proviene de los cuatro puntos cardinales. Se
abrazan, para indicar la solidaridad y fraternidad que debe unir a los pueblos.
Se notará que el primero de la fila está aprehendido a la cruz. Es el signo no
sólo de la fe que abraza, sino de la esperanza que nunca puede ser abandonada
porque la necesitamos siempre y sobre todo en los momentos de mayor dificultad.
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Las olas que están abajo y agitadas, indican que la peregrinación de la vida no siempre se mueve en aguas tranquilas, ya que las vicisitudes personales y los acontecimientos del mundo imponen con mayor intensidad el llamado a la esperanza.
Por eso hay
que destacar la parte inferior de la Cruz que se prolonga en forma de ancla,
que se impone al movimiento de las olas. El ancla como signo de esperanza.
La imagen
muestra cómo el camino del peregrino no es un hecho individual, sino
comunitario, con la impronta de un dinamismo creciente que tiende cada vez más hacia la
Cruz. La Cruz no es estática, sino también dinámica, se inclina hacia la
humanidad, sale a su encuentro y no la deja sola, ofreciéndole la certeza de la
presencia y la seguridad de la esperanza.
La presencia de España en el Jubileo 2025
Las imágenes del Cristo de la Expiración de Sevilla (conocida popularmente como 'El Cachorro') y la Virgen de la Esperanza de Málaga fueron invitadas a procesionar en Roma el 17 de mayo del 2025, en el marco de los actos organizados por la Santa Sede por el Jubileo Ordinario de las Cofradías.
En la misiva enviada desde la Santa Sede al arzobispo de Sevilla, José Ángel
Saiz Meneses, y al obispo de Málaga, Jesús Catalá, se subraya
que el Papa Francisco "quiere hacer partícipe a los cofrades de esta
hermandad de la trascendencia que para nuestra Iglesia posee la conmemoración
del Año Santo, y, en especial, la relevancia que tiene la procesión proyectada como acto
importante en la celebración del Jubileo de nuestra Iglesia".
"Será, añade, ejemplo de la misión evangelizadora que las cofradías
poseen en este siglo XXI, manteniendo a través de este camino de fe la llama
viva de la esperanza".
En este sentido, los obispos recibieron con agrado la invitación del
Dicasterio para la Evangelización, y, a su vez, trasladaban la
petición a las juntas de gobierno de las respectivas hermandades.
Fuente:
Ecclesia