“Donde hay obediencia hay ecclesia"
Vatican Media |
El Papa recibió en audiencia a los representantes de la antigua
Iglesia de la India, duramente probada por divisiones internas sobre la forma
litúrgica.
Atención a la mundanidad, dijo, “que lleva al anquilosamiento” y
la tentación de centrarse en un detalle, “en detrimento del bien común de la
Iglesia”. “La soberbia, las recriminaciones y la envidia no vienen del Señor y
no conducen a la paz. Faltar al respeto a la Eucaristía es incompatible con la
fe cristiana”
“Custodiar la unidad”, recordando que “donde hay
obediencia hay ecclesia; y donde hay desobediencia está el cisma”.
A los fieles de la Iglesia
siro-malabar Francisco les recordó lo que es “un deber” y no “una piadosa
exhortación”, especialmente para los sacerdotes a los que el pueblo mira como
ejemplo. Este 13 de mayo el Papa recibió en audiencia a los miembros de la
antigua Iglesia sui iuris – nacida de la predicación de Santo
Tomás y actualmente la más numerosa de la India – que en la archieparquía de
Ernakulam-Angamaly vive desde hace años oposiciones y desavenencias, que a
veces llegan incluso a episodios de violencia, debido a una disputa interna
sobre la dirección en la que los sacerdotes celebran la Misa, es decir, si
miran hacia la comunidad o hacia el altar.
“Faltar gravemente al respeto al
Santísimo Sacramento, Sacramento de la caridad y de la unidad, discutiendo los
detalles celebrativos de esa Eucaristía que es el punto culminante de su
adorada presencia entre nosotros, es incompatible con la fe cristiana”
Las cartas y el
videomensaje del Papa
El Papa lo dejó claro en su
discurso, en el que mencionó las cartas y el videomensaje dirigidos en los
últimos meses a los fieles de Ernakulam-Angamaly.
En particular, en el vídeo en
cuestión, difundido el 7 de diciembre del 2023, Jorge Mario Bergoglio utilizó
tonos firmes para advertir acerca del riesgo de convertirse en una “secta” y
advirtió también de posibles “sanciones” en caso de que continúen las
divisiones que están detrás de esta diatriba, alimentada por quienes rechazan
la celebración de la Santa Qurbana (la Misa de la tradición local) según la
forma decidida por el Sínodo siro-malabar. En la raíz de todo esto – dijo el
Pontífice en el vídeo – hay razones “mundanas” que “no tienen nada que ver con
la celebración de la Eucaristía y la Liturgia”.
Obediencia
También durante la audiencia de esta mañana, el Papa habló de la mundanidad “que lleva al anquilosamiento y a la división”, así como de la desobediencia: “Son obedientes, y ésta es su gloria”, dijo, separándose del texto escrito, refiriéndose también a la fidelidad al Sucesor de Pedro de la Iglesia siro-malabar, mantenida a pesar de las persecuciones y “acciones perversas” sufridas en el pasado. “Obediencia, incluso con sufrimiento, también, pero yendo adelante”.
La tentación de
centrarse en un detalle
A continuación, el Papa Francisco
advirtió contra la “peligrosa tentación de querer centrarse en un detalle, al
que no se quiere renunciar, en detrimento del bien común de la Iglesia”. Es “la
deriva de la autorreferencialidad – dijo – que lleva a no escuchar más razón
que la propia. En español, decimos: 'Yo, me, mi, con migo, para mí; Yo, me,
conmigo, para mí, todo para mí'”.
El diablo se cuela,
custodiar la comunión
Es precisamente aquí, advirtió
Francisco, donde “el diablo, el divisor, se cuela”, frustrando el deseo del
propio Cristo de que seamos, como sus discípulos, “uno”, “sin dividirnos, sin
romper la comunión”.
“Custodiar la unidad, por tanto,
no es una exhortación piadosa, sino un deber, y lo es especialmente cuando se
trata de sacerdotes que han prometido obediencia y de quienes el pueblo
creyente espera el ejemplo de la caridad y la mansedumbre”
La recomendación del Papa fue, por tanto, a trabajar “con determinación” para “custodiar la comunión” y también rezar, “sin cansarse”, para que nuestros hermanos “se den cuenta de que forman parte de una familia más grande, que los ama y los espera”.
La misión del arzobispo
mayor Thattil
Acompañando hoy al grupo de
fieles, venidos de la India o a los representantes de la comunidad en Roma, se
encuentra monseñor Raphael Thattil, arzobispo mayor, elegido el pasado mes de
enero por el Sínodo local de los obispos (y confirmado después por el Papa,
como exige el Código de las Iglesias Orientales), aproximadamente un mes
después de la dimisión, tras casi trece años, del cardenal George Alencherry –
que también acabó en el centro de las tensiones internas – y tras el envío a
Kerala de monseñor Cyril Vasil como delegado pontificio para la archieparquía
de Ernakulam-Angamaly, adonde ya había sido enviado en agosto para aliviar las
tensiones, acabando también víctima de agresiones por parte de los
fieles.
Francisco se dirigió directamente
a Thattil en su discurso, encomendándole esta doble misión de acción y oración
dirigida a custodiar la unidad y a “cultivar bien el sentido de pertenencia a
su Iglesia sui iuris, para que brille aún más su gran patrimonio
litúrgico, teológico, espiritual y cultural”. El Papa también instó al
arzobispo mayor a pedir la jurisdicción para todos los emigrantes
siro-malabares en tantas partes de Oriente Medio: “He dicho que deben pedir la
jurisdicción para los fueros, pero hoy ya he dado la jurisdicción y pueden
actuar con ella; pero ustedes también deben actuar a través de ella, pero desde
hoy, pueden”.
“Deseo ayudarlos, pero sin
sustituiros, precisamente porque la naturaleza de su Iglesia sui iuris los
capacita no sólo para examinar atentamente las diversas situaciones, sino
también para tomar las medidas oportunas para afrontar las pruebas que están
atravesando con responsabilidad y valentía evangélica, fieles a la guía del
arzobispo mayor y del Sínodo”
La falta de respeto
a la Eucaristía es incompatible con la fe cristiana
“Esto es lo que quiere la
Iglesia: fuera de Pedro, fuera del arzobispo mayor no hay ecclesia,
añadió el Papa hablando espontáneamente. Como el Padre hacia el hijo pródigo”,
pidió también dejar “las puertas abiertas” y “el corazón abierto” a quienes hoy
sostienen contrastes “para que, una vez arrepentidos, no les resulte difícil
entrar”. “Que haya confrontación y discusión sin miedo, pero sobre todo que
haya oración, para que, a la luz del Espíritu, que armoniza las diferencias y
reconduce las tensiones a la unidad, se resuelvan los conflictos”, puntualizó
el Santo Padre. La certeza, añadió, es que “el orgullo, las recriminaciones y
la envidia no vienen del Señor y nunca conducen a la concordia y a la paz”.
“Faltar gravemente al respeto al
Santísimo Sacramento, Sacramento de la caridad y de la unidad, discutiendo los
detalles celebrativos de esa Eucaristía que es el punto culminante de su
adorada presencia entre nosotros, es incompatible con la fe cristiana”
“El criterio guía es la
comunión”, subrayó el Papa, lo que significa “comprobar la adhesión a la
unidad, la custodia fiel y humilde, respetuosa y obediente, de los dones
recibidos”.
No apagar la
esperanza
Francisco dirigió a continuación
palabras tranquilizadoras a los fieles siro-malabares: “En tiempos de
dificultad y de crisis, no se dejen llevar por el desánimo o por un sentimiento
de impotencia ante los problemas. No extingamos la esperanza, no nos cansemos
de la paciencia, no nos cerremos en prejuicios que llevan a la animosidad”, fue
su invitación. “Pensemos, al tomar cada decisión, en los pobres y alejados, en
las periferias, en los que están en la India y en la diáspora, en las
cuestiones existenciales. Pensemos en los que sufren y esperan signos de
esperanza y consuelo”.
“Sé que la vida de muchos
cristianos en muchos lugares es difícil, pero la diferencia cristiana es
responder al mal con el bien, trabajar incansablemente con todos los creyentes
por el bien de todas las personas”
Tocar las llagas de
los hermanos descartados
De ahí la gratitud por el
compromiso de esta Iglesia en los campos de la formación familiar y de la
catequesis, y también por la pastoral juvenil y vocacional. “Como el apóstol
Tomás, miramos sus llagas: todavía hoy son visibles en los cuerpos de tantas personas
hambrientas, sedientas y descartadas, en las cárceles, en los hospitales y a lo
largo de las calles; tocando con ternura a estos hermanos y hermanas, acogemos
al Dios vivo en medio de nosotros”.
“¡Cultivemos esta maravilla de la
fe, que nos permite superar cualquier obstáculo!”
Una tarea para los
siro-malabares de Roma
Por último, el Papa dirigió un
pensamiento especial a los fieles de la comunidad siro-malabar de Roma,
“descendientes del apóstol Tomás en la ciudad de Pedro y Pablo”: “Ustedes tienen
un papel especial”, subrayó, “desde esta Iglesia, que preside la comunión
universal de la caridad, están llamados a rezar y a cooperar de manera especial
por la unidad dentro de su Iglesia, no sólo en Kerala, sino en toda la India y
en el mundo entero”.
“Kerala, que es una mina de
vocaciones: recen para que lo siga siendo”
Salvatore Cernuzio
Vatican News