En España existe odio a la cruz. Ha habido declaraciones de medios de comunicación y de políticos que han pedido explícitamente el derribo de esta cruz. Se nota que la cruz es un signo de contradicción", dice Cantera.
Prior del Valle de los Caídos. Dominio público |
En
el último número de Revista Misión lo acaba de entrevistar Javier Lozano.
"Ya
de niño sentí la llamada a raíz de conocer a unos cistercienses. Saltó una chispa
que con el tiempo fue creciendo. Viví un noviazgo, hice mi servicio militar y
fui a la universidad… Hasta que descubrí plenamente la llamada del Señor a la vida monástica,
concretamente en los benedictinos", comienza diciendo el monje.
La cruz: el sentido de la vida
"Tras
el doctorado trabajaba como profesor en la Universidad CEU San Pablo. Hice unos
ejercicios espirituales ignacianos durante un mes y hubo un toque evidente de
la gracia. Vi una llamada a entregar mi vida, a hacer partícipes a los demás de
ese amor entre Dios y yo, a orar por toda la humanidad. Me tocó muy especialmente una
llamada al amor de reparación, a dar mi amor a Dios por todos los que no le
aman", añade.
Para
Cantera, la enorme cruz que custodia su comunidad tiene un significado muy
profundo. "Vivimos junto a la cruz más grande del mundo. El cristiano descubre el sentido
de la vida en la cruz, y el abrazarse a ella en estos momentos duros da un
sentido trascendente y sabe que, unido al misterio redentor de Cristo, ese
dolor ofrecido tiene un valor positivo para la salvación de la humanidad y para
reparar ese desamor hacia Dios", dice.
Sin
embargo, un signo, el de la cruz, que produce gran odio para algunos. "En
España existe odio a la cruz. Ha habido declaraciones de medios de comunicación
y de políticos que han pedido explícitamente el derribo de esta cruz. Se nota que la cruz es un signo de
contradicción. El mismo Jesucristo es signo de contradicción entre los
hombres porque trae un mensaje de verdad y de amor, y muchos lo rechazan".
La
abadía, que alberga una escolanía para niños cantores, ostenta actualmente dos
récords Guinness certificados: la basílica ha sido reconocida como la iglesia más larga del
orbe, con una longitud de 260 m. y cuenta con la cruz más grande del mundo,
con 152,4 m. de altura. En la basílica, además, hay 70 beatos y 44 siervos de
Dios enterrados.
Una
vida, la de estos últimos, que le sirve de modelo al prior. "El martirio
blanco de algún modo ya nos toca vivirlo. Pido a Dios que me dé el valor de
defender la fe y su Santo Nombre. El martirio de sangre es una gracia. Desde niño he pedido en varias
ocasiones morir mártir. Yo lo desearía porque es un paso directo al Cielo.
Pero en última instancia es Dios quien concede esta gracia", asegura.
Sobre
por qué la fe ahora parece arrinconada en la sociedad, Cantera afirma:
"Hemos buscado asimilarnos tanto al mundo que nos ha comido. Quizá hemos
querido a veces evangelizar pensando que adaptándonos al pensamiento que se nos
impone vamos a conseguir atraerlo, y sucede todo lo contrario: el mundo nos absorbe. El cristiano
tiene que estar en el mundo, pero no es del mundo. No podemos servir a dos
señores".
"Si
sucumbimos ante el mundo, mundanizamos el mensaje de Cristo y no cristianizamos
la sociedad (...). El creyente sabe que las realidades que vive en este mundo
no se terminan aquí. Por
muy mal que estemos, el triunfo final será de Cristo. Lo bonito es que de
esta historia ya conocemos el final. Sabemos quién gana", añade.
El
prior comenta, además, que la fidelidad a Cristo trae aparejada vocaciones.
"Aquí hay seis jóvenes menores de treinta años. La vida monástica ha mantenido una vigencia permanente hasta
hoy y la tendrá hasta el final de los tiempos", señala.
Los
mojes aportan "una desconexión de la sobreabundancia de noticias y una
visión más trascendente para ver precisamente lo que ocurre en el mundo. El
ruido y las prisas roban mucho a la interioridad del hombre, le dificultan que
pueda tener momentos para entrar en su interior y saltar hacia el conocimiento
de Dios. De hecho, el bullicio nos hace volcarnos hacia lo exterior,
hacia lo ajeno. Cuando el hombre se detiene, trasciende de sí mismo y en
ese silencio descubre la presencia de Otro que le da respuesta a todo".
Fuente: ReL