Con su oración perseverante, los voluntarios de 40 Días por la Vida han presenciado cierres de abortorios que parecían imposibles.
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Dominio público |
Un
ejemplo representativo es 40
Días por la Vida, la organización surgida en Texas hace ya veinte años que
organiza dos campañas de oración anuales ante clínicas abortistas de todo el
mundo. La intención principal, el fin del aborto, de sus clínicas y modalidades, podría parecer
inalcanzable.
Sin embargo, si por algo destacan sus voluntarios y
"orantes", como se llaman, es por permanecer silentes con sus
rosarios, año tras año, ante las puertas de abortorios (La página web de 40
Días por la Vida ofrece información de cómo participar en sus campañas).
En
países donde el aborto está fuertemente implantado e iniciativas como 40 Días
por la Vida han aterrizado hace poco la tentación de abandonar la oración puede
ser poderosa. También para orantes en países donde la organización tiene mayor
recorrido, pero que continúan
sin ver rescates o abortorios que cierren sus puertas.
Pero
como se desprende de esta organización
internacional provida, nunca
se sabe cuándo puede tener lugar la respuesta.
"Todos estos años confiaron. Dios
ha recompensado su fe"
Precisamente
el portal
de 40 Días por la Vida en Estados Unidos daba pruebas de que la oración siempre es escuchada al
relatar el caso de Mary Jo
y Brenda. Ambos voluntarios llevaban años acudiendo a las vigilias, sin
haber visto nunca a una mujer cambiar de opinión y elegir la vida.
Algo
que cambió el día 27 de campaña, 11 de marzo, cuando un hombre vestido con
indumentaria militar y visiblemente emocionado acudió a los voluntarios y derrumbado, les dijo: "No
pudimos hacerlo". De inmediato, ofrecieron ayuda y recursos a la
pareja, se ofrecieron para rezar por ellos y su bebé y el padre, cargado de
esperanza, aseguró que encontraría una forma de arreglar las cosas.
"Todos estos años confiaron en que
Dios estaba salvando vidas a pesar de que nunca habían experimentado
un rescate. Dios ha recompensado su fe. Un bebé ha sido salvado durante el
tiempo que estuvieron rezando", celebró la líder de la campaña, Michele.
Hasta
el momento, al menos 130 bebés han sido salvados en el transcurso de la campaña
que concluye el 24 de marzo.
"¡Toda
alabanza sea para Dios! ¡Por
favor, seguid viniendo a rezar. Nuestras oraciones marcan la diferencia!",
exclamaron los voluntarios.
En México, cerró un centro tras 30 años
de abortos y seis de oración
Un episodio similar ocurrió en noviembre
de 2023, en Ciudad de México. Era el sexto año desde que los voluntarios de 40
Días por la Vida acostumbraban a rezar ante las puertas del abortorio Mexfam Xola, con tres décadas practicando abortos.
Por ello, los coordinadores y voluntarios celebraron con alegría que, tras seis años de oración que empezaron
en 2017, "cerrase para siempre por gloria de Dios", como
relató la coordinadora Norma Bucio. Y las buenas noticias nunca vienen solas,
también anunciaron el rescate
que tuvo lugar antes del cierre, cuando una mujer ebria y en actitud
violenta se derrumbó ante los orantes, comenzó a rezar y finalmente tuvo a su
hijo.
"Ni fácil ni inmediato": 6.000
orantes necesarios para cerrar un abortorio de 50 años
También
fue representativo el cierre que tuvo
lugar en la campaña de hace un año, en este caso en Dallas (Estados Unidos).
Los voluntarios y orantes situados ante el Southwestern Women's Surgery Center apuraban los
últimos rosarios de la campaña. Parecían impotentes, especialmente ante un
centro que llevaba cinco
décadas realizando abortos, bajo la plena convicción de su dirigente
bautista, Curtis Boyd. "¿Estoy matando? Sí, lo
estoy haciendo. Lo sé", reconoció en una entrevista. Por eso fue
especialmente emotivo cuando los orantes asistieron a un cierre que no fue ni fácil, ni inmediato:
fueron más de 6.000 los
voluntarios que llevaron su oración a lo largo de años antes de ver
cumplido el sueño.
José María Carrera
Fuente: ReL