Cada ser humano experimenta distintas etapas en su vida, pero para algunos hay ciertas etapas más difíciles que otras; a consecuencia de esto, desarrollan ciertos patrones que les impiden vivir plenamente
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patrisyu | Shutterstock |
En los últimos meses se ha hablado mucho de este
famoso síndrome conocido como SIMON por sus siglas que quieren decir: Solteros,
Inmaduros, Materialistas, Obsesionados y Narcisistas. Esto afecta a personas de
entre 35 y 45 años y tiene mucho que ver con su autoestima.
El psicólogo Enrique Pacheco compartió para Aleteia que
este síndrome está atrayendo la atención de muchos especialistas a causa de un
creciente patrón de comportamiento en estas personas. «Consiste en preferir una
vida libre de compromisos y, hasta cierto punto, egoísta».
SIMON afecta a hombres y mujeres
En un inicio, este síndrome se le atribuía
especialmente a los hombres. Actualmente, se constata que también puede
aparecer en mujeres con las mismas características que se mencionaron
anteriormente.
Enrique Pacheco nos cuenta que este síndrome
proviene del narcisismo, por lo que no es un tema exclusivo del hombre, sino
que también puede afectar a las mujeres.
«Es algo que puede afectar a cualquier ser
humano que se sienta incapaz de vincularse con los demás, ya sea por miedo al
compromiso, alguna experiencia complicada en relaciones anteriores, o también
por una educación afectiva y socioemocional muy deficiente».
La influencia de los padres en este síndrome
Así como muchas otras heridas -o inclusive
síndromes- se originan desde la infancia, sucede algo similar con el síndrome
de SIMON, puesto que en la mayoría de los casos, dice Enrique, «son producto de
una generación de papás permisivos y consentidores» que ha llevado a sus hijos
a «convertirse en seres que confunden el amor con la complacencia, y la
felicidad con el placer».
El psiquiatra Enrique Rojas relaciona
este síndrome con un gran pánico al compromiso. En su libro Comprende tus
Emociones señala que «solo quien es libre es capaz de comprometerse».
Apuntando que ese es «el hombre de nuestro milenio».
A estos adultos jóvenes, el temor al compromiso
les impide encontrar una pareja con la que puedan tener una relación estable y
un futuro sólido, puesto que al no tener la capacidad de adquirir compromiso,
lo evaden y sus relaciones interpersonales suelen ser líquidas.
¿Cómo prevenirlo?
El especialista Pacheco nos comparte algunas
vías de prevención, afirmando que, a pesar de ser un síndrome que afecta a los
adultos, es responsabilidad de los padres prevenirlo desde la infancia de sus
hijos, pues una buena autoestima les ayudará
a no desarrollar dichos patrones.
Normalmente los padres buscan alejar a sus
hijos de cualquier tipo de sufrimiento y darles una vida cómoda. Sin embargo,
es aconsejable ayudar a los hijos a aprender a vivir de forma independiente,
afrontando las situaciones cotidianas sin necesidad de solicitar ayuda
constante a los padres.
El libro de los Proverbios, dice Enrique,
«siempre será un excelente manual de crianza». Puedes basarte en el amor, la
firmeza y la disciplina, pero partiendo principalmente del ejemplo como
padres.
En la crianza positiva es muy importante que
haya coherencia entre lo que se pide a los hijos y los actos de los padres. Un
padre que es irresponsable no le pude pedir a su hijo que sea responsable pues
uno de los primeros ejemplos que tiene el hijo es el que ve en su hogar; y por
lo tanto, eso será lo que replicará con el paso del tiempo.
¿Cuál es la solución?
Si identificas que tú o alguno de tus hijos
podría tener este síndrome, no te asustes; aunque es un síndrome que nadie
quisiera tener, es común y tiene una solución.
Lo más recomendable es recibir un
acompañamiento psicoterapéutico. Un tip de oro compartido por nuestro
especialista es: «Asegúrate de que el terapeuta con el que acudas cuente con
bases sólidas y morales para que pueda ayudarte a conocerte y comprenderte
mejor».
Además, recuerda que el primero en acompañarte
en cualquier situación siempre será Dios.
Karen Hutch
Fuente: Aleteia