El monje cisterciense Octavi Vilà ha sido nombrado obispo de Gerona: ¿qué hábito vestirá a partir de ahora? ¿Qué relación le unirá con los Bernardos? Un liturgista responde
Monje cisterciense,
abad de un monasterio, ordenado sacerdote hace nueve años... y ahora obispo.
Una trayectoria poco frecuente en la Iglesia pero que ha experimentado Octavi Vilà, que ha sido nombrado por el Papa
Francisco titular de la diócesis de Gerona.Dominio público
Al
ser un caso inusual, son muchas las dudas que han surgido a raíz del
nombramiento de Vilà como obispo: ¿le veremos oficiando celebraciones con
el hábito de monje?; ¿Qué relación le unirá a partir de ahora
con los Bernardos? ¿Es compatible su cargo de abad del Real Monasterio de Santa
María de Poblet?
Son
preguntas que hemos planteado en ECCLESIA al sacerdote Manuel García Gálvez, liturgista y
Canónigo-Maestro de Ceremonias de la Catedral de Granada.
Respecto
a la trayectoria de Octavi Vilà, el liturgista reconoce que no es lo normal
pero entra dentro de lo posible siempre que el Papa dé el visto bueno: “En la
vida religiosa es más normal que haya obispos por pertenecer a una
congregación, pero de una orden contemplativa a obispo no es normal”.
En
cuanto a la indumentaria, García Gálvez asegura que difícilmente veremos a
Octavi Vilà con su hábito de monje cisterciense, ya que su realidad cambia a
partir de ahora: “Cuando un sacerdote es ordenado obispo, independientemente de
si pertenece a una congregación, al clero secular o a una orden monástica, su
esposa es la diócesis. No es que tenga que cortar con su pasado, pero
su realidad es distinta”, ha precisado.
“Pongo
el ejemplo del Papa Francisco que era jesuita, pero
cuando le hicieron arzobispo de Buenos Aires entrecomillas deja de ser jesuita.
Es jesuita pero ya no es de la de la congregación, aunque eso no quite que Octavi Vilà no siga inspirándose en San Bernardo de Claraval o en San Benito”, apunta
el liturgista granadino.
No
obstante, Manuel García Gálvez ha puntualizado que puede haber excepciones,
como el del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, a quien es habitual
verle ataviado con su hábito de franciscano: “Cuando son nombrados obispos no
tienen por qué abjurar del hábito pero ya es otra realidad distinta, aunque el Código de Derecho
Canónico no lo prohíbe”, ha continuado explicando.
El
Canónigo-Maestro de Ceremonias de la Catedral de Granada ha aclarado también
que la condición de obispo es incompatible con cargos de responsabilidad en una
congregación u orden monástica, por lo que Octavi Vilà renunciará como abad del
Monasterio de Poblet: “Ya
no tiene dependencia de su comunidad ni del superior general de la Orden. Al
ser obispo, dejas un camino y ahora se debe a la diócesis, en plena comunión
con el Santo Padre”, ha expresado.
Por JOSÉ MELERO CAMPOS
Fuente:
ECCLESIA