Tras la oración mariana del Ángelus, el Pontífice recuerda el sufrimiento de las poblaciones de Palestina e Israel, que lleva a diario en su corazón
Los palestinos lloran a sus muertos tras los recientes ataques aéreos israelíes en Rafah. (ANSA) |
Reza por las negociaciones en curso para que
los rehenes puedan ser liberados y los desplazados reciban la ayuda humanitaria
necesaria.
"¿De verdad se piensa construir así un
mundo mejor? ¿De verdad creen que conseguirán la paz? ¡Basta, por favor!
Digamos todos: '¡Basta por favor!' ¡Deténganse!". El Papa Francisco
pronunció estas vehementes palabras tras la oración mariana del Ángelus este
domingo 3 de marzo y confió que lleva diariamente en el corazón, con dolor, el
sufrimiento de las poblaciones de Israel y Palestina "debido a las
hostilidades en curso".
"Los miles de muertos, heridos,
desplazados, la inmensa destrucción causan dolor, esto con consecuencias
tremendas en los pequeños y los indefensos, que ven comprometido su
futuro", subrayó Francisco. El Pontífice animó "a que continúen las
negociaciones para un alto el fuego inmediato en Gaza y en toda la región, para
que los rehenes puedan ser liberados de inmediato y regresar con sus seres
queridos que esperan ansiosos, y la población civil pueda tener acceso seguro a
la ayuda humanitaria que necesita urgentemente". Asimismo, pidió no
olvidar "a la atormentada Ucrania, donde tantos mueren cada día".
"Hay mucho dolor allí", expresó ante una Plaza de San Pedro en la que
ondeaban varias banderas del país de Europa del Este.
El llamamiento del Papa Francisco en el Tercer
Domingo de Cuaresma es sólo el más reciente de los muchos que ha dirigido desde
el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre de 2023. Todavía
hay 130 rehenes israelíes en manos de Hamás, y se teme que más de 30 de ellos
hayan muerto.
El número de palestinos muertos por ataques
israelíes en la franja de Gaza ha superado los 30.000, con miles más de
desaparecidos. Al mismo tiempo, más de 1,3 millones de personas se han visto
desplazadas y se enfrentan a una situación humanitaria catastrófica y a la
amenaza de hambruna, ya que apenas les llega ayuda. Dos tercios de ellos son
mujeres y niños.
Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano
Vatican News